"Considerando la importancia estratégica de la política de admisión escolar para entregar un sistema de acceso justo y equitativo a todos los estudiantes de Chile y con el objetivo de asegurar su éxito (...) recomendamos postergar en un año la implementación del sistema centralizado de admisión escolar en la Región Metropolitana". En una carta enviada al Ministerio de Educación (Mineduc), los académicos José Correa, Juan Escobar y Rafael Epstein, del Departamento de Ingeniería Industrial de U. de Chile, manifestaron las razones técnicas para postergar la tercera etapa de instauración del Sistema de Nueva Educación Pública.

Los ingenieros a cargo del software de la plataforma web que regula la selección de estudiantes en los colegios municipales y subvencionados, y que considera las preferencias de las familias a la hora de elegir un establecimiento para sus hijos, pidieron hacer aún más gradual la instalación a nivel nacional que comenzaría a regir el próximo año.

Según lo establecido en la ley promulgada en 2015, el nuevo sistema de admisión se implementaría gradualmente, por región y nivel educacional. De alrededor de 81 mil postulantes en 2017, pasaríamos en solo un año a casi 500 mil. "Lo que señalan los expertos de la U. de Chile es que lo razonable es mantener la gradualidad inicial, y para ello, sugieren pasar de estos 81 mil a 270 mil", indicó el subsecretario de Educación, Raúl Figueroa.

La primera etapa de instalación se llevó a cabo en 2016 solo en la Región de Magallanes, en prekínder, kínder, primero básico, séptimo básico y primero medio. Aquello generó 3.436 postulantes en 63 colegios.

En 2017 se incorporaron cuatro regiones más: Coquimbo, Tarapacá, O'Higgins y Los Lagos, además de Magallanes (esta última con sus 14 niveles educativos). Hubo 76.821 postulantes en 2.715, equivalente a un 20% de la matrícula chilena (ver infografía).

Este año correspondería incluir el sistema en todo el país. Sin embargo, la preocupación de los académicos de la U. de Chile parte por el nivel de concentración que generarían las zonas urbanas con mayor volumen de habitantes, como Concepción-Talcahuano; Valparaíso-Viña del Mar y Santiago. Es decir, "falta incorporar al 80% de los estudiantes al nuevo sistema", precisan en la misiva.

Según el subsecretario de Educación, la recomendación es que la ley se modifique para que "Magallanes, Los Lagos, O'Higgins, Coquimbo y Tarapacá inicien con sus niveles educacionales completos, incluyendo a las regiones que faltan en grados de entrada, dejando a la RM para el proceso de admisión 2020". Es decir, la nueva educación pública estaría implementada en todo el país, a excepción de la capital.

La postergación tiene que ver con que "la RM está muy concentrada y las interacciones (de preferencia en el software) ocurrirán entre una gran cantidad de alumnos y colegios. Aquello, "genera muchos ciclos de rechazos, ralentiza y complejiza de manera exponencial la ejecución del algoritmo y abre espacio para que aparezcan situaciones inesperadas", explicaron los académicos.

En esa línea, Figueroa manifestó que "la U. de Chile ha estado durante todo el proceso de creación e implementación. Por lo tanto, son los que mejor conocen los aciertos del sistema y los desafíos que tiene para su mejor implementación".

Y añadió que "las características especiales de la región pueden poner en riesgo la implementación del sistema y la adecuada puesta en marcha del mismo. Si no se ha pilotado adecuadamente el mecanismo en sectores urbanos de características similares, los riesgos que se corren son inmensos. La idea de prorrogar va en sentido de una mejor implementación y en ningún sentido debe entenderse como una manera de atentar contra el sistema".