Las razones que explican por qué las listas de espera en el sistema de salud volvieron a aumentar

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De acuerdo al último informe enviado al Congreso, las listas crecieron hasta un 20%. Según diversos especialistas, esto se debe a la baja productividad, pero el subsecretario de Redes Asistenciales explica que están implementando estrategias para aumentar la actividad en la red y recalca que es más importante reducir el tiempo de espera.


Hoy, uno de los principales objetivos del Ministerio de Salud es reducir las listas de espera, que pasaron a ser las más abultadas desde que hay registro en el sistema sanitario nacional, pues la pandemia obligó a atender las infecciones causadas por el Covid-19, provocando una ralentización inédita en la atención de resto de las afecciones.

De acuerdo al último informe mensual de producción asistencial, enviado por el subsecretario de Redes Asistenciales, Osvaldo Salgado, el pasado 19 de septiembre a los parlamentarios, las listas registran un nuevo aumento, tanto para procedimientos quirúrgicos como para las consultas de especialidad.

Con las patologías del AUGE/GES la situación es delicada. De acuerdo a la última actualización, durante el segundo cuatrimestre, la cantidad de tratamientos postergados era de 68.993, un 10% más que hace cuatro meses cuando las garantías GES retrasadas marcaron 62.049. En comparación con la pandemia, este aumento es un 809%, pues en diciembre de 2019 se contabilizaban 7.944 atenciones postergadas.

Esta lista no fue la única que creció. En el caso de las intervenciones quirúrgicas, en el transcurso de cuatro meses los registros pasaron de 302.267 a 318.928. Sin embargo, la mediana de espera se redujo en 33 días. Por otro lado, la lista de consultas de especialidad pasó de 2.259.328 registros a 2.353.375 , pero la espera disminuyó 20 días.

El subsecretario de Redes precisa que “los procesos de atención se han activado para dar respuesta no solo a quienes estaban en la lista de espera previo a la pandemia, sino también a quienes han ingresado desde que la red asistencial se reactivó”. Asimismo, remarca que lo más importante son los tiempos: “Si bien es cierto que hemos aumentado el número de personas en la lista de espera, es todavía más significativo que reduzcamos los tiempos de espera, que es en lo que estamos trabajando”.

De todas formas, el diputado integrante de la comisión de Salud de la Cámara, Tomás Lagomarsino (PR), junto a los parlamentarios que conforman la bancada transversal por Listas de Espera, manifestaron su preocupación por este aumento producido en los últimos meses. En ese contexto, el parlamentario afirma que “en los últimos tres meses, desde el informe de abril al informe de agosto que se publicó hace pocos días, hubo un crecimiento de 100 mil personas en listas de espera por especialistas, 16 mil personas en listas de espera quirúrgica, y un incremento cercano a 6 mil personas con garantías GES vencidas”.

“Lo cual lleva a tener las dramáticas e históricas cifras de 2.353.000 personas en listas de espera por especialistas, 318.000 en lista de espera quirúrgica y 68.000 garantías de oportunidad Ges retrasadas, muchas de ellas referentes a patologías cancerígenas”, agregó el parlamentario.

En ese contexto, Héctor Sánchez, director del Instituto de Salud Pública de la Universidad Andrés Bello, afirma que un gran porcentaje de atenciones en espera está relacionado con algún cáncer: “En cáncer las listas de espera siguen en cifras en torno a las 15.000 personas y durante 2023 no han bajado, lo que implica que su riesgo de muerte sube en forma exponencial respecto de otros chilenos que si fueron atendidos y diagnosticados oportunamente”.

De acuerdo al mismo informe que envió la cartera sanitaria a la Cámara de Diputados y al Senado, hasta el 31 de agosto se registraron 23.263 personas que fallecieron esperando una atención médica de especialidad, y otras 1.689, un procedimiento, lo que equivale a 26.517 pacientes en total.

“Baja productividad”

Por otro lado, Sánchez agrega que “sabemos que las causas reales del aumento son la baja en la productividad y la descoordinación y falta de sistemas de información y tecnológicos para gestionar. A eso se le suman las limitaciones reales e ideológicas para recurrir al sector privado para resolver este problema en espera que reformas estructurales orientadas a aumentar la productividad”.

Raúl Aguilar, investigador senior del IPSUSS, Universidad San Sebastián, también coincide que este problema se arrastra desde hace años: “Tenemos más recursos humanos, hemos ido ganando más infraestructura y no tenemos la capacidad de llegar a tiempos de espera razonables (...) la red pública ha perdido productividad, es decir, la capacidad de resolver estos problemas en un tiempo médicamente prudente y que no genere gastos adicionales”.

De todas formas, Salgado explica que sí han implementado medidas para mejorar la productividad:El Ministerio de Salud ha implementado una estrategia enfocada en la reducción de la mediana de tiempos de espera, que incluye la producción quirúrgica en horarios extraordinarios, la optimización de los procesos de atención y la revisión continua de bases de datos.

Tiempos de espera

Durante la última cuenta pública, el Presidente Gabriel Boric se comprometió a reducir los tiempos de espera un 40%, así llegar a los 200 días de espera por una intervención al final de su mandato.

Eso sí, diversos académicos han dicho que la herramienta estadística utilizada por la autoridad para medir la reducción en la espera no es la más adecuada. Por eso, durante una comisión de Salud del Senado, el subsecretario de Redes precisó que “son más los pacientes que esperan menos que los pacientes que esperan más. Además, se puede disminuir el promedio atendiendo a las personas que llevan más, mientras que la media apunta a un ejercicio más amplio”.

En rigor numérico, el promedio es el resultado que se obtiene al dividir la suma de varias cantidades por el número de sumandos. Sin embargo, las autoridades actuales usan la mediana, que se entiende como la medida estadística que representa el valor que se encuentra en la mitad de un conjunto de datos ordenados. La mediana es útil para describir la posición central de un conjunto de datos y es menos sensible a valores extremos o atípicos que el promedio (o media).

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