En mayo de este año, se comenzó a tramitar en el Congreso el proyecto llamado “Ley Jacinta”, que recibe su nombre en recuerdo de la lactante de 5 meses que murió tras ser atropellada en su coche por un conductor que previamente colisionó con un vehículo en Lo Barnechea, en la región Metropolitana.

El accidente ocurrió el 28 de agosto de 2022, en calle El Gabino con El Nogal, donde un adulto mayor de 80 años confundió el freno con el acelerador.

En concreto, la iniciativa busca entregar apoyo a las familias de víctimas de siniestros de tránsito con resultado de lesiones graves o muerte. Además, se busca modificar los requisitos para obtener o renovar la licencia de conducir en adultos mayores y entregar un apoyo real e integral a las víctimas.

Entre las modificaciones que pide la familia de la menor de edad, se propone que a partir de los 65 hasta los 69 años la licencia de conducir sea renovada por cuatro años; desde los 70 a los 79 años por tres y desde los 80 años por uno solo.

La Fundación Emilia informó que en el 2022, del total de accidentes de tránsito ocurridos en ese período (86.050), el 2,6% tuvo participación de adultos mayores (2.279). Sin embargo, del total de muertes por siniestros de tránsito en el mismo año (1.745), el 9,2% se produjo por hechos donde participaron adultos mayores.

“Si bien la participación de adultos mayores en el total de los accidentes de tránsito es menor, si se considera el total de fallecimientos por estos siniestros, la participación de adultos mayores aumenta en un 350%”, señaló el abuelo de la víctima, Max Schnitzer.

“Lo importante es causar conciencia social tanto con los mismos conductores como también en las familias, en los amigos de los adultos mayores, para que cuando veamos una persona que está en un tratamiento importante y no tienen las condiciones seguras de conducción, le digan ‘no puedes manejar, pásala las llaves”, complementó Schnitzer.