La Ley Sanna, seguro obligatorio vigente desde 2018 que permite a padres y madres de menores de edad afectados por una condición grave de salud ausentarse justificadamente de su trabajo, amplió su cobertura desde el 1 de enero de 2020 beneficiando a familias con hijos que sufren enfermedades terminales.

Esta normativa otorgaba hasta la fecha un subsidio -que reemplaza total o parcialmente su remuneración- a padres trabajadores con hijos afectados por cáncer terminal y que fueron trasplantados.

Sin embargo, desde enero también podrán optar a este beneficio las familias cuyos niños sufran enfermedades terminales para que reciban tratamiento destinado al alivio del dolor y cuidados paliativosUna ampliación de la Ley corresponde a una tercera etapa.

La ministra del Trabajo, María José Zaldívar, indicó que "desde el inicio de la Ley se han aprobado 938 casos, los que han generado más de 5.000 licencias, lo que sin duda ha sido muy importante para los padres y madres de muchas familias, que han podido estar junto a sus hijos en momentos difíciles y que ahora los podrán acompañar en caso de enfermedades terminales. Creemos que es fundamental que ellos puedan estar juntos, para poder entregar el cuidado y el cariño que tanto necesitan y que es irremplazable".

En la ceremonia en que se dio a conocer su entrada en vigencia, el subsecretario de Previsión Social, Pedro Pizarro, valoró la medida: "Sin duda alguna esta es una muy buena noticia para las familias, quienes podrán tener su preocupación puesta completamente en acompañar a sus hijos o hijas en un momento tan delicado en sus vidas".

Hasta la fecha, la Ley Sanna ha entregado alrededor de 5.197 licencias médicas dentro de todo Chile. Las personas que pueden acceder a este seguro son aquellas que trabajan en el sector privado, funcionarios públicos, independientes y trabajadores temporales cesantes.