A menos de un mes para que el Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones (MTT) ingrese a Contraloría el reglamento de la Ley 21.553 (conocida como “Ley Uber”) para así regular a las empresas de aplicaciones de transporte (EAT) estableciendo una serie de requisitos que van desde el tipo de licencia que debe tener el conductor a la antigüedad de su vehículo y la cilindrada máxima, entre otros.
Hasta ahora, las medidas han incomodado tanto a las empresas como a los conductores, y ha provocado que ante los cuestionamientos desde Transportes reconocieran que se podrían realizar posibles ajustes al borrador del reglamento en estas materias.
La llegada de las aplicaciones de transporte no ha sido materia fácil de tratar en ningún país, en donde en ocasiones se han instalado independiente de la legislación vigente en el país. Actualmente las aplicaciones de este tipo han sido reguladas en muchos países, mientras que en algunos lugares su funcionamiento ha sido prohibido.
Legislación para aplicaciones de transporte
En el caso de Estados Unidos, si bien la legislación depende de cada estado, en el caso del estado de Nueva York, el servicio de UberX fue suspendido el 2012 tras quejas del New York City Taxi and Limousine Commission. Años después, el 2017 el Senado del Estado de Nueva York aprobó una legislación que permitía que este tipo de compañías expandieran sus operaciones, y en el 2022 Uber llegó a un acuerdo para incluir a todos los taxis de Nueva York en su aplicación. Para su funcionamiento, hay requisitos tanto para el conductor como para el vehículo que conducen.
Los requisitos mínimos del vehículo es que se trate de un auto de 4 puertas o una minivan, que el modelo sea del año 2006 o más nuevo (a menos que se estipule lo contrario: para UberBlack y UberBlack SUV los vehículos deben tener 6 años de antigüedad o menos), buenas condiciones sin daños a la vista, no llevar marcas comerciales, y debe tener una inspección de emisiones. Junto con esto también debe tener un seguro comercial, entre otras cosas.
Por otra parte, para el conductor se pide que cumpla con la edad mínima para conducir en la ciudad, una licencia para conducir del estado, y tener al menos un año de experiencia de conducción con licencia en Estados Unidos (3 años si la persona es menor de 25 años).
En el caso de Portugal, en octubre del 2016 miles de conductores de taxi bloquearon el acceso al aeropuerto internacional de Lisboa en protesta por los planes de legalizar y regular a las compañías de este tipo, y si bien en diciembre del 2017 se dictó que Uber era ilegal en el país, en noviembre del 2018 volvieron a ser legales bajo la “ley Uber”, la cual establece un marco legal para individuos y transporte de pasajeros pagados en vehículos regulares.
Los operadores bajo esta modalidad deben tener una licencia de conducir con una antigüedad mínima de tres años y haber completado un curso de entrenamiento especial que cubre comunicación, relaciones interpersonales y profesionalismo.
Los conductores no pueden recoger pasajeros en la calle sin ser agendada a través de la aplicación, no pueden conducir en pista exclusiva de buses y tampoco pueden detenerse en paraderos de taxi.
En Brasil si bien el 2015 la corte prohibió el funcionamiento de Uber tras reclamos del sindicato de taxistas, esto fue revocado unas semanas después, lo que permitió que la aplicación funcionara con normalidad. El 2018 el entonces presidente de Brasil, Michel Temer, promulgó una ley federal para regular las aplicaciones de movilidad compartida, en donde se indica que los conductores deben tener cierta cobertura de seguro y deben también registrarse como contribuyentes individuales en el sistema de seguridad social.
En Egipto, tras múltiples protestas durante el 2016, el gobierno egipcio decidió legalizar Uber mediante una regulación que requiere que este tipo de plataformas paguen una tarifa de licencia y compartan datos de usuarios con el gobierno. Junto con esto, también es obligación que los empleados paguen un seguro de seguridad social, y que la compañía realice exámenes aleatorios de drogas y alcohol mensualmente a sus conductores.
Además, la ley también obliga a las compañías a usar autos modernos con aire acondicionado que no tengan una antigüedad mayor a cinco años, además de portar logos visibles en sus vehículos cuando estén operando.
En España, en el 2014 la ausencia de un marco legal para que este tipo de aplicaciones operara en el país llevó a un juez a ordenar a Uber el cese de sus actividades. Tras esto, retomaron su funcionamiento en marzo del 2015, pero solo utilizando conductores con licencia profesional. Este 2023 el gobierno declaró al taxi como un “servicio de interés público”, otorgándole así mayor protección, mientras que introdujo criterios medioambientales limitando así las licencias VTC (Vehículo de transporte con conductor) que puede otorgar a las plataformas de transporte.
En Reino Unido, y tras perder una batalla legal con la Corte Suprema, Uber se vio obligado a reconocer los derechos laborales de sus conductores. Con esto, la empresa informó que los conductores recibirán un salario mínimo después de que el transportador acepte un viaje, además de un plan de pensión por parte de la empresa, entre otros beneficios, como el pago por el tiempo de vacaciones.
En Francia, el 2015 el gobierno aprobó la llamada Ley Thévenoud, la cual impuso mayores requerimientos a los conductores de aplicaciones transporte, como el exigir un mínimo de tres años de experiencia al conducir, tener una licencia profesional, y pasar por un examen médico, entre otros. Junto con esto, la legislación también puso restricciones para la habilidad de Uber de operar en aeropuertos y estaciones de trenes.