Este lunes, el ministro de Transportes, Juan Carlos Muñoz, se refirió a la llamada “Ley Uber”, la cual busca regular a las aplicaciones que ofrecen de manera informal el servicio de traslado de pasajeros y actividades afines.

Consultado sobre si cree que los cambios causarán finalmente un aumento en el precio de los servicios que las aplicaciones ofrecen, el titular de la cartera indicó en Canal 13 que “no creía” que fuera así.

“O sea, aquí obviamente tenemos dos fuerzas del mercado que son las aplicaciones y los taxistas que han tratado de llevar y empujar el reglamento, la ley, en direcciones bastante opuestas. Han sido nueve meses de un tiranteo cotidiano. Pero bueno, las empresas de aplicaciones llegaron a más que un poco organizadas en torno a asociación a última hora, la verdad que los últimos dos o tres meses, mientras que los taxis están mucho más ordenados y más organizados y fueron más activos en ese sentido durante la discusión de la ley”.

Sin embargo, sostuvo, desde el ministerio han estado conversando con las aplicaciones “que entendemos que se ven evidentemente afectadas por este reglamento y a nosotros nos interesa que estas empresas puedan funcionar adecuadamente”.

”No nos interesa eliminar las empresas. Creemos que han sido empresas que han mostrado a la industria una modernidad, una necesidad de mejor servicio, han sido muy bien recibidas por los usuarios. Por lo tanto, lejos está de nuestro interés poder tratar de disminuir lo que ellos pueden hacer. Más bien lo que nos interesa es que sigan haciendo lo que están haciendo, pero con estándares de seguridad mejor”, indicó.

En esta línea, sostuvo, “es natural” que los conductores hagan todos los esfuerzos para poder presentar “un tremendo demonio” de lo que va a pasar si el reglamento no se va en la línea de lo que ellos quieren, “de la misma manera que los taxis nos presentan un demonio semejante en el sentido opuesto”.

“Pero yo creo que estamos bien. El plazo para que los conductores puedan conseguir su licencia de conducir me parece oportuno. Las exigencias para los vehículos están conocidas por todos, y se van a tener que ir adaptando”, añadió.