A primera hora de este lunes, el ministro de Transportes (s), Jorge Daza, junto a la alcaldesa de Quinta Normal y presidenta de la Asociación Chilena de Municipalidades, Karina Delfino, y la secretaria ejecutiva de la Conaset, Luz Infante, informaron de las medidas adoptadas para enfrentar la alta demanda para renovar licencias de conducir, tras el término de la extensión de la vigencia de este documento.

En las dependencias del Ministerio de Transportes, Daza explicó que “estas medidas van a permitir disminuir los tiempos de espera de quienes requieran obtener o renovar una licencia de conducir, además de descomprimir la alta demanda que hoy enfrentan las municipalidades, situación generada, principalmente, debido a las prórrogas que se establecieron para renovar este documento en el marco de la pandemia de Covid 19″.

Las decisiones son fruto de una mesa de trabajo conformada entre el MTT y los municipios, donde se realizó “un exhaustivo análisis” de aspectos normativos de la Subsecretaría de Transportes.

En detalle, se trata de un paquete de medidas inmediatas y de mediano plazo, las que -según Daza- “han sido valoradas positivamente por los alcaldes y alcaldesas”.

Al respecto, la alcaldesa Delfino valoró la iniciativa y destacó que “va a permitir, precisamente, poder agilizar, pero también tener más herramientas para entregar una solución a los vecinos y vecinas”.

Medidas adoptadas

En total son tres las medidas inmediatas que se definieron entre el Ministerio de Transportes y los municipios.

  1. La primera es que se permitirá la renovación de licencias de conducir en cualquier municipalidad del país, independientemente del lugar de residencia de quien la solicita.
  2. La segunda es que personal municipal calificado (no médico), bajo la supervisión de un facultativo, podrá realizar la toma de exámenes, no siendo necesario contratar médicos adicionales.
  3. En tercer lugar se determinó que los gabinetes técnicos podrán habilitar oficinas o dependencias temporales en otros recintos municipales, fuera de las direcciones de tránsito, pudiendo, incluso, ser oficinas móviles, siempre que cumplan con los requisitos normativos (instrumentos y equipos).

En cuanto a las medidas de mediano plazo, se informó que se presentará una indicación al proyecto de Ley Jacinta, que actualmente se discute en el Senado, para habilitar a otros organismos de salud para que puedan realizar exámenes de evaluación de condiciones físicas y psíquicas a quienes requieran licencia de conducir.

Junto con ello, desde el MTT aseguraron que se continuará trabajando en la mesa conformada por la Subsecretaría de Transportes y la Asociación Chilena de Municipalidades para evaluar otras medidas.

La alta demanda

A inicios de febrero, la alcaldesa de Las Condes, Catalina San Martín, acusó que solo en su comuna diariamente más de 20 mil personas intentan obtener un cupo para renovar su licencia de conducir, documento que en su calidad de “tradicional” tiene una duración de seis años, mientras que la licencia profesional dura cuatro años.

Hasta el 2020 el documento tenía esa fecha de expiración, y el trámite de renovación se efectuaba en la municipalidad respectiva sin mayores inconvenientes. Sin embargo, llegó la pandemia del Covid 19, y con ella se tomaron medidas de emergencia, como extender la vigencia de las licencias que vencían ese año. Esto derivó en una acumulación de rezagados en los años siguientes, lo que se tradujo en una alta demanda de quienes necesitaban hacer el trámite.

De esa forma, los conductores buscaban en masa un cupo para renovar sus licencias, esto considerando que en el verano, Luz Infante, explicó a La Tercera que una nueva prórroga de extensión no estaba en los planes, puesto que esa posibilidad “no solamente supone estirar el problema, sino que también obviar los esfuerzos que ya han realizado muchas municipalidades para poder regularizar este trámite”, sostuvo en ese momento.

Sumado a ello, Infante destacó la importancia de “controlar a los conductores en su estado físico y psíquico en los tiempos determinados”, considerando que su ausencia de vigilancia “podría suponer un problema para la seguridad vial”.