La ministra secretaria general de gobierno, Camila Vallejo, abordó lo que significó para el Ejecutivo enfrentar los líos de platas políticas que se desencadenaron a mediados de este año, a raíz de los convenios firmados entre fundaciones y entidades públicas, situación que mantiene al Ministerio Público indagando posibles fraudes al Fisco.

La secretaria de Estado conversó con Revista Velvet, en la que calificó como una de sus “entrevistas más personales”. En la conversación, la exdiputada fue consultada por su puesto en el gabinete del Presidente Gabriel Boric, y si alguna vez ha pensado en renunciar al cargo.

Ante ello, Vallejo aseguró que no le pedirá “jamás como un favor personal al Presidente que me mueva a otro ministerio. Voy a estar donde él crea que soy un mejor aporte. Y si me siento cansada, me voy a tener que reinventar y buscar la energía. Pero cuando hay momentos de agotamiento, porque la jornada fue intensa, rápidamente al otro día digo como la canción de Serrat ‘hoy puede ser un gran día, plantéatelo así'”.

No obstante, la secretaria de Estado reconoció que “hay dificultades, porque somos seres humanos, porque esta cuestión no es perfecta, porque el Estado es muy grande y uno trata de administrar todo lo posible para conducir de buena manera las distintas instituciones del gobierno”.

En esa línea, destacó que “hay cosas que fallan. Lo importante es no dejarlas pasar, sino enfrentarlas, como el caso de corrupción”, aludiendo a los líos de platas. En ese sentido, reconoció que el hecho “fue tremendo, brutal, un golpe muy fuerte, algo que ojalá no hubiese sucedido, pero sucedió”.

Respecto a las acciones tomadas por el Ejecutivo, la ministra aseguró que el gobierno ha enfrentado “con todas las herramientas que están a nuestra disposición sin caer en la grandilocuencia sólo del discurso, sino que con acciones. Y entendiendo que esto no es algo que se pueda decretar que se resolvió porque hubo un discurso acalorado de condena del hecho. Hay que tomar medidas de políticas públicas, sanciones, contribuir con otros poderes para que sean juzgadas como corresponde”.

“El feminismo me ayudó mucho a desprenderme de las culpas”

En 2011, el año en que se desarrollaron masivas manifestaciones estudiantiles en el país, Vallejo figuraba como dirigenta estudiantil. Tres años después llegó al Congreso, para ocupar un lugar en la Cámara de Diputadas y Diputados, donde estuvo por dos periodos consecutivos. Bajo ese escenario, la ministra abordó lo que ha significado para ella sus años de exposición pública, reconociendo que, en su época universitaria perdió “ciertas libertades”.

“Cuando entré al Congreso y me separé del padre de mi hija dije: ‘No tengo por qué ser el ejemplo de militante, el ejemplo de dirigente, el ejemplo de parlamentaria, de madre, de pareja, el ejemplo de todo. Tengo que buscar mi propio equilibrio’. Y ahí tuve un respiro”, reconoció.

En esa línea, aseguró que “el feminismo me ayudó mucho a desprenderme de las culpas, también en mi maternidad. Y así como tengo disciplina en la tarea política, también tengo disciplina para darme mis espacios de amar, de estar con mis amigos, de conversar, reírme, bailar y tomarme una cerveza, porque eso me permite mantener un equilibrio en mi trabajo”.

“He superado mis umbrales de intensidad, pero no soy un robot. No soy una máquina”, recalcó, enfatizando en que es “un ser humano que tiene vida y que tiene derecho a disfrutar de ella”.