¿Lo recuerdas? A cinco años del toque de queda por el Covid-19

Comienza a regir el Toque de queda en la Comuna de El Bosque
Archivo.

A 19 días de que se presentara el primer caso de coronavirus en territorio nacional y a un día de que se registrara la primera muerte asociada a la enfermedad, el 22 de marzo del 2020 se anunció la medida que impidió el desplazamiento de gente desde las 22 horas las 5 de la mañana y que sacó el personal militar a las calles.


“El Presidente ha instruido a partir de hoy en la noche un toque de queda en todo el territorio nacional desde las 22 horas hasta las 5 AM del día siguiente”. Así, la mañana del 22 de marzo del 2020 el entonces ministro de Salud, Jaime Mañalich, anunciaba la inédita medida como consecuencia de la emergencia desatada por el Covid-19 y que 19 días antes había presentado el primer caso en territorio nacional y un día antes la primera muerte asociada a la enfermedad.

Cinco años se cumplen de la decisión tomada por el gobierno de Sebastián Piñera, en medio de una pandemia que cada día generaba más temor en la población mundial y chilena.

En ese entonces el titular de Salud explicaba la determinación del gobierno debido a que “estamos convencidos de que la cuarentena domiciliaria no se está cumpliendo. No hemos logrado un entendimiento, una educación, nuestros adultos mayores están en riesgo”. Solo unos días antes, el 18 de marzo, el Presidente había decretado estado de excepción constitucional de catástrofe por 90 días.

Mañalich
El entonces ministro de Salud, Jaime Mañalich, fue el encargado el 22 de marzo de 2020, de informar la decisión del toque de queda.

Además del toque de queda, ese 22 de marzo, se tomaron otras medidas como la cuarentena obligatoria para el extranjero o chileno que llegara al país, independiente del país de origen; se prohibió el tránsito hacia segundas viviendas; se determinó el apoyo estricto policial con ayuda de las FFAA en comunas de Providencia, Las Condes y Vitacura para cumplir la irrestricta la cuarentena, entre otras determinaciones específicas para regiones con altos contagios.

Esa noche de ese domingo y madrugada del lunes las policías y las Fuerzas Armadas - que comenzaron a salir de sus regimientos- se desplegaron haciendo diversos controles en diferentes comunas de Santiago y regiones. La ciudades estaban desoladas.

En una especie de marcha blanca, no hubo grandes conflictos y la mayoría de la gente portaba su salvoconducto correspondiente, que en ese entonces se conseguía a través de la comisaría virtual y que llegaba a los teléfonos inteligentes a través de un código QR, el que se podía mostrar a las autoridades.

Imagen referencial de control militar en toque de queda
Las Fuerzas Armadas salieron de sus regimientos y se desplegaron haciendo diversos controles ese 22 de marzo de 2020 en la primera jornada del toque de queda.

Para esa fecha, la prioridad para los salvoconductos era para los trabajadores del área de la salud. Aunque también podían acceder los trabajadores del transporte, de las áreas de cadena de abastecimiento de alimentos del país, quienes incluso con una guía de despacho podían demostrar su circulación en las calles.

Sin embargo, ya durante la mañana del lunes vinieron algunas complicaciones. A pesar que una semana antes se habían suspendido las clases, el flujo del transporte público fue mucho menor al esperado y hubo aglomeraciones en los paraderos, no respetándose así la distancia social.

El primer balance de la medida, lo dio a conocer la entonces ministra vocera de gobierno Karla Rubilar, quien sostuvo que “la ciudadanía respondió de muy buena manera, pudimos coordinar un buen procedimiento en materia de los salvoconductos individuales y colectivos, para poder mantener a las personas que tienen que estar trabajando”. No obstante, la secretaria de Estado enfrentó las críticas porque el transporte público comenzara a funcionar de manera más tardía: “lo que hemos tenido en algunos lugares ha sido una aglomeración que no es lo que queremos”.

Consultada por La Tercera, Rubilar recuerda que “hace cinco años tomamos decisiones extremadamente difíciles para proteger la vida y la salud de los chilenos en un escenario de total incertidumbre. El toque de queda fue una medida drástica, pero necesaria en ese momento para contener la expansión del virus y evitar el colapso del sistema de salud”.

Asimismo, añadió que “mirando hacia atrás, se podrá debatir sobre los aciertos y errores, pero lo que no cambia es que cada decisión se tomó con un solo objetivo: salvar vidas en medio de una crisis sin precedentes, que los resultados fueron extraordinarios y reconocidos en el mundo entero, gracias al liderazgo del Presidente Piñera”.

Otra de las protagonistas de esa jornada fue la entonces subsecretaria de Salud Pública, Paula Daza, quien en conversación con este medio recordó que “la llegada del Covid-19 nos puso desafíos enormes y la necesidad de actuar rápidamente con la información que teníamos en ese momento. Nos puso dilemas éticos únicos. Y una de las mayores disyuntivas era equilibrar la necesidad de implementar medidas de salud pública para proteger el bien colectivo, aunque ello conllevó una restricción de libertades individuales como el toque de queda”.

La exautoridad señaló que la decisión del toque de fue ampliamente pensada. “No fue fácil, todo lo contrario, era difícil, pero siempre cada una de estas medidas, cada una de estas decisiones, las tomamos pensando en la mejor evidencia que teníamos, no nos perdíamos, nuestro objetivo era uno: salvar vidas”, reflexionó.

A un mes de la medida La Tercera hizo un balance del toque de queda informando que se habían contabilizado 12.704 infracciones y reportado la entrega de 365.457 salvoconductos en comisarías físicas o virtuales.

Un país encerrado

Lo que vino después fueron solo más restricciones para la población. Solo tres días después del anuncio de toque de queda, el 25 de marzo Chile se sumó a otros países del mundo y el gobierno decretó cuarentena total para siete comunas de la Región Metropolitana: Lo Barnechea, Vitacura, Providencia, Las Condes, Ñuñoa, Santiago e Independencia.

El 13 de mayo la medida de confinamiento obligatorio se extendió para todo el Gran Santiago y la “nueva normalidad”, término acuñado por el Presidente Piñera, se hizo aún más palpable.

El 13 de junio Jaime Mañalich dejó su cargo y fue reemplazo por Enrique Paris. Casi un mes después, el 17 de julio desde el Minsal informaba que se incorporarían las cifras del Departamento de Estadísticas e Información de Salud (DEIS), con lo cual se sumaron 1.057 muertes adicionales al conteo oficial del Gobierno.

Así las cosas el Gobierno presentó su estrategia paso a paso, determinando distintas decisiones dependiendo de las zonas afectadas que iban desde la cuarentena total a la aventura avanzada. De hecho, el 25 de octubre se desarrolló con estrictas medidas de seguridad se desarrolló el plebiscito por una una nueva Constitución.

El 23 de noviembre se decretó una reapertura de las fronteras. Mientras que ya en diciembre se aprobó el uso de emergencia de las vacuna Pfizer y BioNTech contra el coronavirus. El 24 de diciembre llegó el primer cargamento de vacunas y esa misma jornada comenzó el proceso de vacunación de funcionarios de salud.

El 21 de enero de 2021 el propio Presidente Piñera, presentó a través de una cadena nacional el Plan de Vacunación y se informó también que Chile tenía aseguradas otras 10 millones de dosis de la vacuna Sinovac. Luego, el 3 de febrero se inició en Chile el proceso de vacunación masiva partiendo por los adultos mayores.

El 3 de marzo de 2021, a un año del primer contagio - y a dos días del retorno a clase, con presencialidad gradual - el gobierno informaba que la positividad del Test PCR llegaba al 10,92%.

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