Una entrevista exclusiva de 7 minutos, transmitida en vivo - y por lo tanto sin edición - fue lo que solicitó el Presidente de Bolivia, Evo Morales, a dos canales de televisión chilenos que se encontraban en el Hotel Crowne Plaza ubicado en La Haya horas después de que su país presentara la réplica ante la Corte Internacional de Justicia.
Los medios elegidos fueron CNN Chile y Canal 13, cuyas periodistas Mónica Rincón y Constanza Santa María, aguardaron durante varios minutos a la salida de la habitación del Mandatario, quien a través de su equipo de comunicaciones manifestó que sólo conversaría con prensa chilena, excluyendo a los medios bolivianos que incluso manifestaron su molestia.
Sin embargo, la entrevista finalmente no fue concedida por Morales, quien salió del hotel - mientras las profesionales que transmitían en vivo para Chile lo esperaban - para asistir a una cita en la Corte Internacional de Justicia de La Haya, según justificó su gabinete.
En vivo los canales transmitieron como el Mandatario subía al ascensor y llegaba hasta la planta principal del hotel para dirigirse a la salida, sin recibir una explicación de por qué la entrevista había sido suspendida sin previo aviso.
Son embargo, desde su equipo aclararon que "no se arrepintió de hablar" y el compromiso al que asistió era una cena en la Corte que no podía ser cancelado.