Los incendios forestales de las últimas semanas han arrasado con más de 3.500 hectáreas entre las regiones de Valparaíso y Biobío. Una emergencia que, según autoridades, puede agravarse en los siguientes días debido al aumento de las temperaturas. No por nada la Corporación Nacional Forestal (Conaf) anunció la activación del “botón rojo” en siete regiones del país, al ser escenarios favorables para la propagación de estos siniestros.
Esta y otras activaciones han permitido que los alcaldes de las zonas más propensas a estas emergencias se sientan más preparados para el combate del fuego. Algunos de ellos dicen que ven aprendizajes evidentes tras los megaincendios del verano pasado, los que se suman a las medidas de prevención y mitigación coordinadas con bomberos, Conaf, fuerzas de orden y Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred - ex Onemi). Esto, además de la coordinación directa con autoridades clave, que distinto al verano pasado, dicen, ha eliminado parte de la burocracia que antes entrampaba la respuesta expedita.
Esta visión es compartida entre alcaldes de las comunas más propensas a este tipo de desastres, como Rancagua, Juan Ramón Godoy (Ind. pro PS); Villa Alemana, Javiera Toledo (Ind. ex FA) o Curacaví, Juan Pablo Barros (Ind. pro UDI).
“Los Cogrid han permitido gestionar la ayuda de manera expedita”
Desde Rancagua, el alcalde Godoy sostiene una visión positiva de cómo su comuna hoy se acciona. En principio, destaca el plan de emergencia comunal comandado por Senapred y que ha permitido que hasta la fecha la respuesta ante emergencias sea expedita. Señala, de hecho, que todas las partes involucradas tienen conocimiento de lo que sucede. “Ante la alerta de un incendio o cualquier emergencia se cita inmediatamente a un Comité de Gestión del Riesgo y Desastre (Cogrid) que es presidido por la autoridad comunal -en este caso yo- junto a bomberos, carabineros, Senapred, fuerzas de orden, empresas de electricidad y agua, donde se informa cuál es la situación y se toman decisiones para luego informar a la comunidad”, asegura.
Esta situación, dice, es muy diferente a lo vivido en el pasado con la Oficina Nacional de Emergencias (Onemi): “Antes la coordinación la tomaba Onemi y era quien coordinaba el plan y las acciones con el entonces intendente y autoridades. No pasaba por los municipios”, afirma. Según el edil, ese cambio ha permitido que la toma de decisiones sea expedita, pues pone en movimiento a todas las unidades del municipio, quienes coordinar la petición de recursos con otras entidades. “Ahí se elimina una burocracia que en un momento de emergencia es complejo porque se necesita toma de decisiones rápido”.
“En la última emergencia todos conocíamos nuestro rol”
Esta semana, justo en vísperas de Navidad, la comuna de Villa Alemana tuvo que enfrentar la propagación de un incendio forestal provocado que afectó a 1.500 metros cuadrados cerca de varias viviendas y del Hospital de Peñablanca. Pese a la magnitud del siniestro, la alcaldesa Toledo hace un balance positivo sobre la prevención y propagación ante este tipo de emergencias.
“Acá en Villa Alemana nos caracterizamos por las miradas preventivas por sobre las reactivas. Eso ha generado que tengamos una articulación eficiente al momento de las emergencias para trabajar con todas las instituciones de manera articulada. Esto ha provocado que en las últimas emergencias todos conocíamos nuestro rol y qué teníamos que hacer”. Sólo un dato: en las últimas emergencias el indicador de viviendas y fauna dañada es cero, distinto a años anteriores.
A esto la autoridad comunal recalca el despliegue de recursos para las emergencias, el que, asevera, no había sido palpado antes. “En el último incendio teníamos siete helicópteros que lanzaban agua, tuvimos un desacelerante, más de 20 cuadrillas de Conaf de día y noche, la operación regional de bomberos de al menos seis comunas de la región, y nuestro sistema de vigilancia de drones”, resalta.
“La capacidad de respuesta era limitada, hoy es potente”
Curacaví (RM) es una de las comunas a nivel nacional con más propagación de incendios forestales. Solo la semana pasada, la localidad liderada por el alcalde Barros enfrentó un incendio que consumió más de 800 hectáreas en un par de horas. Al comparar la capacidad de respuesta de hoy con la de hace seis años, cuando la comuna enfrentó uno de sus incendios más crudos (100 mil hectáreas afectadas en 15 días), el edil reconoce estar más preparado debido a la coordinación y comunicación con autoridades.
“Hoy la capacidad de respuesta es más potente. Desde esa fecha (2017) se aprendió un poco la lección. De hecho, Curacaví tiene cuatro brigadas de Conaf, lo que mejora enormemente la capacidad de respuesta. Hoy hay una política de atacar los incendios con todos los recursos disponibles en vez de estar escalando recursos y eso hace que los incendios se puedan controlar, a pesar de que son más agresivos que antes”, dice.
Según Barros, hoy la coordinación se ha enfocado en el trabajo con comunidades a través de planes de evacuación, capacitación a dirigentes y comunicación permanente con Senapred, pese a que su rol es más de coordinación que de acción. Asimismo, la autoridad destaca la coordinación directa con miembros de Conaf, a diferencia de 2017, cuando se debía esperar a Onemi, y así activar la respuesta.