Los arriendos se suman a las actividades golpeadas por la crisis del coronavirus

Las dificultades económicas han impactado a quienes rentaban y a los propietarios que contaban con estos ingresos.En el sector inmobiliario estiman en hasta un 30% la caída en la demanda de alquiler de viviendas.


“La demanda ha tenido una caída de un 30%, debido a que las personas no pueden acceder a un arriendo producto de su baja de ingresos”. Así describe Sergio Bunster, gerente de la corredora del propiedades Vivax, cómo se han visto afectados los arriendos en medio de la pandemia. Este es el caso muchas familias que han tenido que dejar las propiedades que arrendaban debido al impacto económico del coronavirus, o han tenido que comunicarse con los propietarios para pedir una rebaja en la mensualidad.

Javier Villablanca, rentista inmobiliario, es una de las personas que han experimentado dificultades en esta materia. “De mis siete propiedades, cuatro están vacías, una está con rebaja del 50% y un local comercial que le arrendaba a unos dentistas está en proceso de entregarme el local, porque no pueden seguir pagando. En la otra vive mi abuela, así que esa no recibe flujos. Todas mis propiedades están en Las Condes y Providencia, excepto la de mi abuela que está en Viña del Mar”, dice.

Según Villablanca, “la tardanza en los pagos comenzó durante el periodo del estallido social en algunos casos, y en abril, con el cierre de la economía, comenzaron las negociaciones de rebajas de arriendos o solicitudes de término anticipado de contratos, para llegar hoy a una vacancia de todas las propiedades, excepto las que pidieron rebaja y una que logré arrendar recientemente a un precio que no cubre ni el dividendo”.

Angélica Alfonzo es una de las personas que dejó de arrendar uno de los departamentos en Providencia a Villablanca. “Estaba en el departamento desde hace tres años, muy cómodamente con mi familia y hasta entonces pudiendo cubrir los gastos, hasta que comenzó la mala situación del país y luego el Covid. Esto hizo que mis finanzas y la de mi familia bajaran, a llegar al punto de quedarme sin empleo. Trabajaba como ejecutiva de ventas y no me renovaron el contrato”, indica.

Detalla que le explicó su situación a Villablanca, quien le bajó a la mitad el precio del arriendo. Pero, dice, con el pasar de los meses se dio cuenta de que no podía seguir pagando y dejó la propiedad a fines de mayo. “Le pedí ayuda a un familiar, ya que soy venezolana y tengo poca familia en Chile. Me recibieron con mi mamá y mi hermano. Hoy vivimos todos juntos, somos siete personas en un departamento de dos dormitorios”, indica Alfonzo.

Una situación similar vive Úrsula Wilson, quien arrendaba un departamento en Las Condes desde 2015 y tuvo que dejarlo en abril. “El 30 de marzo fui desvinculada de mi trabajo y el arriendo eran $ 400 mil más gastos comunes. Decidí cambiarme para ahorrar, porque no tengo claro cuántos meses me demoraría en encontrar trabajo. Ahora estoy arrendando con otra persona, más económico”, dice.

“Meter mano a ahorros”

David Díaz tiene tres propiedades en San Miguel, que dejaron de arrendárselas el mes pasado y aún siguen vacías. Cuenta que ahora para pagar los créditos hipotecarios “tuve que meter mano a los ahorros. Si las mutuarias no dan solución a postergar los dividendos podría redundar en un efecto en cadena de no poder pagar y perder las propiedades”.

Víctor Danús, gerente general de ProUrbe Gestión Inmobiliaria, señala que entre las recomendaciones que están entregando a sus clientes “la primera es no desesperarse; el mercado se está moviendo, aunque más lento. Muchos de quienes tienen la necesidad de arrendar están abiertos a elegir una propiedad incluso sin verla antes. Para facilitar ese proceso, hay una serie de herramientas para visibilizar una vivienda en época de cuarentena como, por ejemplo, fotos y videos”.

Según su experiencia, “el arriendo se ha contraído en promedio un 10%, aunque va a depender mucho de las características de la propiedad (número de dormitorios, equipamiento y ubicación, por ejemplo). En general, vemos que las viviendas de más metraje presentan mayor elasticidad en sus precios”.

Sergio Bunster, de la empresa Vivax, sostiene que “los arriendos habitacionales (casas y departamentos) han visto incrementada la oferta del orden de un 20%, por varios factores, entre otros, por un nivel de compra reprimido y que sus propietarios han optado por poner en arriendo sus propiedades que antes tenían en venta”. Agrega que “ante la alternativa de que los propietarios se queden sin arrendatarios y las propiedades vacías, algunos de ellos han preferido hacer rebajas temporales de los arriendos; otros, postergar pagos de algunos meses para que estos sean cancelados más adelante en cuotas, y a los menos, les han dejado las propiedades vacías y eventualmente judicializar los contratos vigentes”.

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