El 30 de mayo de 2017, un taxista de San Miguel de Allende, en el estado mexicano de Guanajuato, alertó a la policía sobre un pequeño paquete que un sujeto le había entregado, junto a un importante pago, para llevarlo a una dirección. Además, aquel "mandante" lo seguía en otro vehículo.
El contenido de la caja finalmente era macabro. Se trataba del dedo meñique de Nancy Michell Kendall, una ciudadana franco-estadounidense a quien habían secuestrado dos meses antes.
La policía detuvo al sujeto que entregó el paquete al taxista, quien se identificó como Ramón Guerra Valencia, supuestamente un empresario nacido en Puebla, en 1958, dedicado a la venta inmobiliaria.
Pero solo era su nombre de fachada, la misma que lo acercó a los sectores más acaudalados de la turística San Miguel. En realidad se llamaba Raúl Escobar Poblete, alias "Comandante Emilio", el exmiembro del Frente Patriótico Manuel Rodríguez sindicado en Chile como uno de los autores materiales del crimen del senador Jaime Guzmán (UDI), quien era buscado en 190 países por la Interpol.
Escobar Poblete fue recluido en la cárcel de Guanajuato, donde permanece actualmente, denunciando eventuales torturas.
El ministro en visita Mario Carroza, quien indaga el atentado terrorista con resultado de muerte contra el parlamentario gremialista, solicitó la orden de extradición, a la que el lunes accedió -temporalmente- el gobierno mexicano.
"En términos prácticos, habría elementos para una inmediata extradición, pero hay algunos recursos que se pueden presentar en México que dicen relación con que él puede iniciar un juicio de amparo, para lo que tiene un plazo de 30 días", explicó Carroza, quien se mostró conforme con la resolución del Distrito Federal.
El magistrado estimó que en unos tres meses "Emilio" podría estar en Chile, pues el juicio de amparo "puede ser objeto de revisión o queja", señaló.
Una vez en el país, "podríamos llegar hasta la sentencia (...) y posteriormente tendríamos que enviarlo nuevamente a México, para que sea juzgado por los secuestros por los cuales él está detenido", agregó el mismo ministro en visita.
La resolución del gobierno mexicano, de hecho, señaló, en base al protocolo de extradición firmado entre Chile y ese país, en 1990, que se autoriza la extradición temporal.
Secuestros de Ramón
Según la justicia mexicana, Raúl Escobar sería el líder de una banda dedicada a efectuar secuestros en San Miguel de Allende. En ella participaban su actual pareja, la española Isabel Mazarro, y también su exmujer, Marcela Mardones, condenada por el crimen de Guzmán.
En total, son cuatro los plagios en los que se investiga la eventual participación de "Emilio" en el estado de Guanajuato.
El del excandidato presidencial Diego Fernández Cevallos; el de Mónica Jurado, nuera del expresidente Vicente Fox; el de la mencionada ciudadana franco-estadounidense Nancy Michell Kendall, y el del empresario Eduardo García Valseca. Su antiguo abogado en México, eso sí, José Luis Vargas, asegura que "en la carpeta de investigación no existe ninguna otra denuncia, salvo la de Kendall".
El caso del empresario García Valseca es el que más impacta en el presunto historial delictual de "Emilio" en tierras mexicanas. Eran amigos y socios en un proyecto educativo que terminó drásticamente en junio de 2007, cuando García Valseca fue secuestrado. Por más de siete meses vivió dentro de una caja de madera, un pequeño espacio en el que solo podía permanecer de pie o acostado. Era vigilado de forma permanente por cámaras de televisión y sensores de movimiento. Y día y noche le ponían una misma canción.
Similar relato hicieron también las otras víctimas.
Tras su liberación, García Valseca se trasladó a vivir a Washington. Intentó averiguar por mucho tiempo quiénes habían estado tras su captura, pero nadie se atribuyó el secuestro.
Cuando supo que su amigo era su presunto captor se rompieron varias cosas, entre ellas el romance que mantenía la nieta del empresario con el hijo mayor de Isabel Mazarro.