En una transmisión en vivo por televisión, a las 20.42 del 21 de octubre en Ñuñoa, se ve cómo un piquete de 12 carabineros de Fuerzas Especiales (FF.EE.) se acerca a un hombre vestido con una polera y un pantalón negro, que lleva un sartén en la mano. Los funcionarios empiezan a golpearlo con bastones y patadas en la cabeza y la espalda, hasta que Moisés Órdenes Corvalán (55) cae al suelo. Con ese video la Fiscalía Oriente abrió una investigación de oficio por presuntas torturas.

Pero ese no fue el único caso que llamó la atención de esa repartición del Ministerio Público. Casi 20 minutos después, cerca de las 21.00, en la calle Walker Martínez, de La Florida, se registró un episodio similar. Un menor de 16 años iba camino a su casa en medio del toque de queda, cuando fue detenido por dos funcionarios de la 61° Comisaría de esa comuna. Un video que se difundió por redes sociales mostró cómo ambos carabineros agredieron por cerca de tres minutos al joven con golpes, usando sus bastones, mientras estaba esposado.

Estos son los primeros casos que el Ministerio Público llevará a tribunales por este tipo de situaciones. En total, serán formalizados 14 carabineros por eventuales torturas a civiles. "Estamos frente a un tipo penal que es el delito de torturas. Este ilícito no distingue el tipo de lesión, simplemente la agresión o el infligir dolor o sufrimiento grave a una persona", explicó el fiscal regional Oriente, Manuel Guerra.

Según el Código Penal, "se entenderá por tortura todo acto por el cual se inflija intencionalmente a una persona dolores o sufrimientos graves, ya sean físicos, sexuales o psíquicos, con el fin de obtener de ella o de un tercero información, declaración o una confesión, de castigarla por un acto que haya cometido, o se le impute haber cometido, o de intimidar o coaccionar".

Tanto en el caso de La Florida como en el de Ñuñoa, dijo Guerra, "contamos con imágenes (...) que nos permiten acreditar estos hechos, más allá de las versiones de las víctimas y de las lesiones que han sido constatadas en las investigaciones que llevan los fiscales respectivos".

La causa de Ñuñoa está en manos del fiscal Álvaro Pérez, y la investigación en La Florida está a cargo del persecutor Jorge Martínez.

El general director de Carabineros, Mario Rozas, indicó que en estos casos se decidió abrir un sumario para aclarar las responsabilidades.

Agresión en Ñuñoa

"La víctima habría terminado politraumatizado, con trauma ocular grave, trauma torácico izquierdo contuso, fracturas costales múltiples, neumotórax izquierdo leve, fractura dental incisivo central, luxación de hombro izquierdo reducida y fractura nasal". Esas son las lesiones con las que quedó Moisés Órdenes, según la querella presentada por el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) ante el Octavo Juzgado de Garantía de Santiago.

El documento indica que la presunta víctima estaba "manifestándose pacíficamente" en el sector de Plaza Ñuñoa, "realizando fotografías".

En ese contexto, dice la querella, "comenzó una represión policial que terminó con Moisés Órdenes abordado por un piquete de Carabineros, quienes lo habrían golpeado en reiteradas oportunidades, lesionándolo de gravedad. No habría existido provocación o agresiones (verbales o físicas) de la víctima a Carabineros".

Según el documento, la ficha de ingreso al hospital señala que fue agredido por "terceros" y que los hermanos de la víctima fueron informados por familiares o cercanos de la agresión, ya que fue transmitida por televisión.

El fiscal Guerra añadió que las lesiones que sufrió la víctima "suponen un tiempo de recuperación no menor a 30 días (...). Se arriesga inclusive la visión de un ojo". Explicó, además, que la pena para estos delitos llega a 10 años. También, que están pidiendo a Carabineros que entreguen sus cámaras GoPro. "Ojalá que se filmaran todos los procedimientos para tener claridad de la fuerza que se usa en cada uno de ellos", señaló.

Menor en La Florida

La Unidad de Asuntos Internos de Carabineros vio el video donde dos funcionarios agredieron al menor y lo denunciaron a la fiscalía. La golpiza, según las imágenes, ocurrió en la vía pública. Lo esposaron y mientras caminaba lo golpeaban. Luego, el adolescente fue trasladado en una camioneta de seguridad municipal a la unidad policial, donde no habría sido nuevamente agredido, incluso lo llevaron a constatar lesiones. Quedó con contusiones en la espalda, las piernas y heridas en el labio.