Tras los episodios de contaminación que han afectado a Quintero y Puchuncaví desde agosto de este año, y los más de mil casos de intoxicación presentados en la comunidad, han salido a la luz estudios txicológicos que ya a inicios de la década de los '80 advertían de una alta concentración de arsénico en la zona.
El doctor en química Jaime Chiang Acosta, fallecido en julio de este año, dedicó su carrera a formar profesionales de la Universidad Valparaíso que demostraran los peligros de la contaminación ambiental y a denunciar los riesgos de las sustancias emanadas por el parque industrial de la zona.
Patricio Cornejo, Juan López y Sergio Romano trabajaron con el Dr. Chiang un estudio que determinó que el complejo industrial de Ventanas era la principal fuente de contaminación. "Hicimos tres mil análisis en 25 puntos, donde ya se hablaba de zona de sacrificio, sobre el ácido sulfúrico y arsénico, entre otros. Las pesquisas fueron alarmantes, se superaba más de 100 veces las normas extranjeras, proyectando que la contaminación podía llegar a las comunas de Nogales y Concón (ubicadas al interior de la región)", explica Romano.
En ese caso, la conclusión fue "polución del sector", tanto para personas como animales, quienes estarían en riesgo debido a la convivencia con el área industrial.
Un par de años más tarde, la químico Gina Lagomarsino, dedicada actualmente a la atención primaria de salud en Valparaíso, siguió en la búsqueda y realizó un análisis de cabello a 80 habitantes de la zona. Todos adultos.
"Éramos jóvenes, 24 años promedio, así es que nos instalamos varios días en el balneario, donde analizamos a la población expuesta hasta 60 kilómetros a la redonda y los rangos eran impresionantes", explica Lagomarsino. Y agrega que "no se entendía cómo las personas tenían altísimo nivel de concentración de arsénico y plomo".
Además, el Dr. Chiang guio decenas de tesis hasta el año 2012, donde se demostró mayor oxidación en las algas de Quintero, relacionados a la concentración de metales en la bahía. Según el químico Miguel Ángel Eyzaguirre, las deducciones de cada trabajo ratificaban cada tesis, donde incluso se expuso sobre "posible riesgo toxicológico en los consumidores producto del arsénico".
Por otro lado, la presidenta de la Sociedad de Toxicología de Chile, Fernanda Cavieres, reflexiona respecto a las conclusiones de esto estudios que midieron precozmente la contaminación del área y que no hayan provocado efectos en las autoridades y las políticas públicas.
"Somos todos científicos, pasamos por la gran escuela del Dr. Chiang, y nada terminó siendo vinculante". Y agrega que "han pasado treinta años y ahora escuchamos decir que se van hacer estudios, cuando hay estudio de todo, La gente no tenía porqué tener arsénico en el pelo en los años 80, en ese tiempo no había este número de industrias".
La académica de la Universidad Valparaíso precisó que "la contingencia ha decantado en discusión política " y lo que se debe hacer en estos momentos de crisis es un "trabajo multidisciplinario de quienes saben".