Con 489 días de anticipación y en una ceremonia encabezada por la ministra de Educación, Marcela Cubillos, se llevó a cabo el nombramiento del primer superintendente de Educación Superior.
La tarea de echar a andar la nueva institucionalidad quedará en manos del abogado de la Universidad de los Andes Jorge Avilés.
El jurista estará a la cabeza de la futura superintendencia del ramo, institucionalidad que tendrá atribuciones y facultades que le permitirán fiscalizar y sancionar incumplimientos legales en los planteles de educación superior.
En ese contexto, Avilés señaló que uno de sus principales desafíos será "identificar los problemas en las instituciones de educación superior de manera de anticiparse a crisis como las que hemos visto en los últimos años con los cierres de algunas universidades".
La excesiva carga burocrática que podría traer la fiscalización a los planteles fue otro de los cuestionamientos que surgieron durante el debate legislativo. Respecto de lo anterior, Eduardo Silva, el rector de la U. Alberto Hurtado, señaló que Avilés "tendrá que ser capaz de regular a las universidades y pedirnos mucha información, utilizando mecanismos de control que no ahoguen a las instituciones".
Su par de la U. Diego Portales, Carlos Peña, afirmó que "su deber será, en buena medida, disminuir la asimetría de información entre el público y las instituciones, y vigilarlas, en lo posible a la distancia, cuidando no amagar su autonomía".
En tanto, el director ejecutivo de Acción Educar, Daniel Rodríguez, afirmó que el mayor desafío de Avilés "será recuperar la confianza de las personas en un sistema que ha sido muy cuestionado".