Marcela Aranda, la primera denunciante contra el fallecido sacerdote jesuita Renato Poblete, conoció el lunes las conclusiones de la investigación sobre abusos sexuales que -a partir de su testimonio- la Compañía de Jesús abrió en enero contra quien fuera uno de los más emblemáticos capellanes del Hogar de Cristo.
En la oficina de su abogado, Juan Pablo Hermosilla, la mujer recibió la información directamente del superior provincial de la congregación, Cristián del Campo, el mismo que este martes entregó públicamente resultados de la indagatoria interna liderada por el penalista Waldo Bown.
"Se ha demostrado de manera contundente que Renato Poblete Barth abusó de manera reiterada, grave y sistemática, amparado en el poder que le otorgaba su condición de sacerdote", se señala en el resumen de un informe de 407 páginas, parte de cuyos antecedentes serán remitidos a la fiscalía.
Según informó Del Campo, se recibió un total de 22 testimonios que refieren algún tipo de abuso sexual -todos ellos de mujeres, entre ellos el de Aranda-, relatos que fueron considerados "plausibles y creíbles", e incluso, en algunos casos se señaló que se pudieron confirmar los hechos con el testimonio de terceros u otro tipo de pruebas.
De los 22 casos, se detalló que cuatro de ellos correspondieron a abusos ejercidos contra menores de edad, "referidos fundamentalmente a besos y tocaciones de connotación sexual".
"En esos cuatro casos de menores, los abusos se generaron en un marco de relaciones de dependencia psicológica, moral o económica con las familias de las víctimas", se agregó.
También se explicó que 16 casos tienen relación con abusos sexuales a mujeres mayores de edad, consistentes en "abordaje sexual inesperado y violento, en que intempestivamente se intenta besar y tocar a la víctima".
Los dos últimos casos corresponden al de Aranda -quien en enero denunció haber sido abusada por Poblete en un periodo de ocho años, incluyendo violaciones grupales y verse obligada a practicarse tres abortos- y el de "una relación estable y aparentemente consentida, en que la víctima ha ido elaborando recientemente la situación abusiva en la que se encontraba".
El informe también señala que "se llegó al convencimiento de que, en un periodo de 48 años, entre 1960 y 2008, Poblete mantuvo seis relaciones estables por algún periodo de tiempo". No todas estas relaciones, sin embargo, "están planteadas como denuncias o testimonios en este proceso", aunque se advierte que el investigador estimó la existencia de "aspectos abusivos en al menos cinco de ellas".
Otras posibles víctimas
Además de las 22 víctimas acreditadas, la investigación también recogió antecedentes que "darían cuenta de otras personas que podrían haber sufrido abusos por parte de Renato Poblete". Sin embargo, por distintas razones, en esos eventuales casos de abusos no se pudo obtener el testimonio directo de las posibles víctimas. Se explicó que algunas habían fallecido, otras fueron inubicables y algunas no quisieron declarar. Según fuentes conocedoras de la investigación, estas presuntas víctimas llegarían a 24.
"Probablemente, hay otras personas que no se han animado a dar a conocer sus historias y también queremos solidarizar con ellas", se agrega en el documento.
Patrón de abuso: investidura y ayudas económicas
Entre los resultados de la indagatoria encabezada por Bown, también se detectó un "patrón de abuso" que habría ejercido el sacerdote. En este sentido, se señala que además del poder que le otorgaba su condición de sacerdote y el prestigio de su labor apostólica -fue uno de los capellanes del Hogar de Cristo más conocidos, cargo que ejerció entre 1982 y 2000-, también se amparaba "en el dinero que manejó de manera personal" y que utilizaba para ayudar a personas vulnerables económicamente.
"Las conductas de abuso de poder, de conciencia, sexual y otros delitos cometidos por Renato Poblete se sostuvieron en una suerte de doble vida, amparado en su imagen pública de persona de bien (...). El abuso, transversalmente, lo realizó desde la posición de poder que le dio esa imagen, su enorme red de contactos y el poder económico que tuvo al manejar autónomamente importantes sumas de dinero durante muchos años".
En este sentido, se enfatiza que según los relatos de las víctimas, se da cuenta de una "dinámica de violencia, de abuso de poder y de manipulación emocional y psicológica de las víctimas y sus familias, lo que facilitó su obrar y el silencio tanto de víctimas como de otras personas".
Aborto corroborado
Respecto de los abusos descritos por Marcela Aranda, los únicos cuyos detalles se han conocido públicamente hasta ahora, el informe señala que en relación a los tres abortos que se habría visto forzada a realizar la víctima, "en al menos uno de ellos habría antecedentes que corroboran la participación de Poblete".
Y respecto de su denuncia sobre violaciones grupales, se concluyó que si bien no se detectaron casos similares, no se encontraron antecedentes externos que las pudieran corroborar, el relato de Aranda "ha sido considerado plausible y creíble en su integridad".
Tras dar a conocer los resultados de la investigación, Del Campo pidió perdón a las víctimas -con quienes se reunió entre el lunes y el martes-, admitiendo que la Compañía de Jesús falló en reaccionar, pero negando una situación de encubrimiento.