Tras cinco meses de discusión en la Comisión de Gobierno Interior de la Cámara de Diputados, el proyecto de ley de migración impulsado por el gobierno quedó listo para ser votado por la sala, previo a su paso al Senado.
De ahora en más, el futuro de la iniciativa dependerá de la urgencia que el gobierno le otorgue para sus próximos pasos en el Congreso, el que considera su discusión en las comisiones de Zonas Extremas, Derechos Humanos y Hacienda, para terminar en la votación de la sala.
El camino de la iniciativa espera un duro avance. Los propios congresistas y el gobierno han adelantado que existen al menos tres puntos que están muy lejos de generar acuerdos entre la oposición y el oficialismo, más allá de la forma en que salieron de Gobierno Interior.
Principio de no devolución
La comisión aprobó el principio de no devolución, el que consiste en que los extranjeros que vean peligrar su vida, integridad física o psicológica en sus países de origen, no puede ser expulsados del territorio nacional.
Esta disposición fue aprobada, pese a la negativa del Ejecutivo, lo que adelanta que se pida su votación separada en la sala para lograr eliminarla del proyecto.
"Este principio está regulado en la normativa de refugiados. A nuestro juicio, no era necesario incluirlo en la ley. Esto puede limitar el legítimo derecho de limitar el ingreso de extranjeros al país", señaló el diputado Renzo Trisotti (UDI).
Prestaciones sociales
El proyecto original contemplaba que los extranjeros que llevasen menos de dos años de residencia legal en el país no tenían derecho a acceder a prestaciones de seguridad social financiadas en su totalidad por el Estado. No obstante, la comisión votó en contra de la propuesta y la eliminó.
Para la diputada Catalina Pérez (RD), "vamos a buscar defender que toda persona que cumpla con sus obligaciones que el Estado pide, tenga el derecho de acceder a los beneficios que el Estado da. Eso sí, siempre que se encuentre en situación regular y cumpliendo la normativa vigente".
Categoría migratoria
De ser aprobada, la legislación impediría que una persona que ingresó a Chile como turista pueda obtener la residencia estando en el país. Lo que obligará a estas personas a retornar a sus países de origen, para desde allí iniciar la solicitud de permiso de residencia temporal.
Para la diputada Pérez "se trata de uno de los puntos más críticos de la ley", al considerar que "con eso fomentaremos la irregularidad en el país", al considerar muy difícil que una persona, por ejemplo de Haití, regrese a su país para iniciar las gestiones.
Trisotti coincide que este punto generará una gran discusión en la sala. "Es una nueva norma que tiene las reglas absolutamente claras, que los migrantes van a conocer desde el día uno. Por lo tanto, lo mínimo es que se sujeten a las reglas impuestas por el país", señaló.