En las imágenes emitidas por el matinal Bienvenidos, de Canal 13, en un despacho en directo desde Conchalí, el autodenominado psíquico Ismael Torres Bravo (58 años) tomó algunas prendas de Fernanda Maciel con su mano izquierda -un polerón negro con rosas estampadas y una chaqueta de mezclilla-, mientras con la derecha sus dedos sujetaban su tabique nasal en una pose de meditación y concentración.
-Me tiritan las piernas-, susurró.
-Tranquilo, estamos todos contigo-, respondió el animador Sergio Lagos, uno de los panelistas.
La intención del hombre, que el 21 de febrero de este año y frente a la cámara recorría el barrio de la joven embarazada encontrada muerta en una bodega esta semana, a 499 días de su desaparición, era poder ubicarla en un acto esotérico. No lo logró.
Ninguno de los videntes involucrados en el caso lo hizo.
Eso al menos señala un informe que Carabineros entregó a fines de 2018 a la Fiscalía Centro Norte, donde se detalla que al menos 15 "psíquicos y médium" entregaron información en las diligencias de búsqueda de Fernanda Maciel. De ellos, según el documento, en ningún caso se aportó con información que contribuyera a la investigación.
En el reporte se da cuenta de una médium alertando que el cuerpo de Maciel habría estado al interior de la laguna Carén, en Pudahuel. También de "un electricista que señala ser vidente", indicando que los restos se encontrarían en un sitio eriazo de la calle Pedro Fontova, en Huechuraba, y de un psíquico que mediante el uso de un péndulo habría posicionado a Fernanda Maciel junto a su hija, estando ambas vivas, pero graves de salud, en un sector de la Quebrada de Macul, siendo la única forma de acceder a ellas en un helicóptero.
Fue así como esa mañana de febrero a Ismael Torres no solo le temblaron las piernas. El hombre con las prendas de Maciel en sus manos también dijo ver a la víctima cerca de "un acopio de neumáticos, un cerro con poca vegetación, una casa de campo, un riachuelo, piedras de huevillos, un camión tolva y un terreno donde se practica motocross y descenso en bicicletas". Nada resultó ser cierto.
El caso de Fernanda Maciel no es único. La presencia de un puñado de videntes se ha hecho común en matinales y lates shows de la televisión abierta en casos policiales de connotación pública o en catástrofes con desaparecidos. El costo, aseguran en las policías, es que estos testimonios repercuten directamente en las familias afectadas y, de paso, en los equipos a cargo de realizar las búsquedas o de resolver estos crímenes.
Quienes conocen de cerca este tipo de investigaciones aseguran que los "nuevos antecedentes" que aportan los videntes y psíquicos no pueden ser obviadas por las policías ni los fiscales, ya que en muchos casos son las familias quienes piden al Ministerio Público que se realicen diligencias para confirmar o descartar la veracidad de las pistas.
Sin embargo, desde Carabineros respondieron que si bien la policía debe acatar las instrucciones que les entrega el ente persecutor, en ningún caso los antecedentes entregados por videntes o psíquicos "sustituyen el trabajo científico policial ni las líneas investigativas que se siguen por orden del fiscal a cargo".
Por su parte, desde la PDI negaron el aporte de videntes en las labores periciales, señalando que la capacidad investigativa de la institución "radica en la metodología científico-técnica".
Según detalla Ismael Torres, su participación en los matinales no le significó un beneficio económico: "A los canales no les cobro. Ellos me trasladan por bus o aeropuerto, con alojamiento y colación. Pero no hay más", asegura. Según el autodenominado psíquico, existen casos de videntes que pueden cobrar entre $ 300 mil y $ 1,5 millones por entregar "información" a los familiares de personas desaparecidas. "Hay mucha gente que utiliza esto para ganar mucho dinero. Y se gana mucha plata", afirma.
Su caso, dice, es distinto. Vive de su trabajo como maestro de ceremonias y de un programa en una radio regional en Biobío. Pero tras el caso Maciel asegura que se le abrieron las puertas para participar en nuevos casos policiales. "Con esto de salir en televisión surgió la idea de muchos policías, que personalmente me han llamado, para participar de un caso emblemático en Osorno, de Hasper del Río, y estoy trabajando en eso y les entregué una serie de pistas que ellos no las tenían en consideración", asegura.
¿Qué relevancia tienen en Chile los temas esotéricos o energéticos? La respuesta a esta interrogante fue respondida, en parte, por un estudio sobre religión realizado en 2018 por el Centro de Estudios Públicos (CEP). El sondeo mostró, por ejemplo, que un 54% de los encuestados creía en la "energía espiritual" localizada en montañas, lagos, árboles o cristales y un 61% creía en el "mal de ojo". El diccionario de la Real Academia Española define así a un vidente: persona que pretende adivinar el porvenir o esclarecer lo que está oculto. La RAE presenta una segunda acepción: persona con visiones sobrenaturales o fuera de lo que se considera común.
La posibilidad de que alguien vea lo que otros no ven ha alimentado a la televisión.
El motivo de los canales
Paul Martinson conoce bien el trabajo que realizan los videntes. El fiscal y hermano del guía turístico que desapareció en 2014 en San Pedro de Atacama dice haber recibido, al menos, un centenar de solicitudes de personas con habilidades paranormales que le señalaban que podrían localizar a su familiar. "Toda la información que aportan ellos es genérica, obvia e imposible de comprobar.
En el caso de mi hermano, todos me decían que veían a Kurt en un lugar con tierra arcillosa, con montañas, quebradas, agua y cercano a cuevas. Esa descripción calza con todo San Pedro de Atacama", asegura a La Tercera.
Martinson señala que nunca creyó en estos antecedentes, pero aquello no fue inofensivo. Sus informaciones repercutieron, agrega, negativamente en su familia. "Cada vez que a mi mamá le llegaba información de estos tipos, solamente le ocasionaban sufrimiento, falsas ilusiones, dolor. Los resultados siempre fueron negativos. Lo peor es que en los matinales juegan con el morbo y les dan espacio a estas personas. En mi opinión, ellos solo lo hacen por un beneficio propio, duele que en la televisión jueguen con el dolor ajeno. Para mí estas prácticas son de una maldad extrema, no sé cómo los canales tienen una línea que les permita presentar a esas personas en pantalla", se lamenta.
Desde los canales de televisión abierta hay visiones contrapuestas sobre la participación de videntes y psíquicos tanto en matinales como en su programación nocturna.
Sebastián Herrera, productor del programa Así Somos, de La Red, asegura que la presencia de videntes en su espacio marca un importante repunte en la sintonía. Por ejemplo, dice, en la transmisión del miércoles pasado, que incluyó audios en los que Vanessa Daroch advertía -según ella, en mayo de 2018-, a Luis Pettersen, pareja de Fernanda Maciel, que el cuerpo de la mujer se encontraría en la bodega. Así Somos marcó uno de sus peaks de rating en el año, superando a los late de TVN y Canal 13.
"Más allá de juzgar o no juzgar esto, quizás la gente está sintiendo que en el caso de Fernanda Maciel, Vanessa fue más asertiva que la policía. Esto tiene que ver con un momento donde la gente les pierde la credibilidad a las grandes instituciones, como la Iglesia, Carabineros, el sistema judicial y terminan llevando sus creencias a otros lados, como con personajes como Pedro Engel o Vanessa. Tienen aciertos, y yo creo que existen videntes que sí tienen una sensibilidad especial, pero ya masificarlo y creer que todos tienen la habilidad es difícil. Yo creo que hay solo cinco videntes con una sensibilidad especial", dice Herrera.
"Por ayudar en búsquedas yo no cobro, debo se una de las únicas que no cobra nada. Hay psíquicas que ayudan en búsquedas y cobran mucho hasta $ 2 millones. Esas son cifras súper altas, por eso la gente se agradece cuando uno ayuda, porque la gente está desesperada y la gente desesperada puede pagar lo que uno le cobre", asegura la psíquica Vanessa González Daroch, su verdadero nombre.
Pablo Alvarado, productor ejecutivo del matinal de Mega, asegura que desde hace aproximadamente dos años que la estación dejó de llevar videntes al programa. "Comenzó a disminuir paulatinamente en el Mucho Gusto desde 2014, pero mantuvimos durante un tiempo a Vanessa Daroch, aunque sin hacer casos policiales. Hicimos un contacto en el caso del joven de Queen Mary, a petición de la familia, pero se transmitió una vez que ya se había resuelto. Dejamos esa línea después de un caso en Puerto Montt, de una supuesta casa con fantasmas. Hubo ahí algo raro, porque sospechamos y decidimos finalmente no seguir".
Aunque desde Canal 13 declinaron referirse formalmente al tema, fuentes de la estación aseguran que un grupo de ejecutivos cuestionó la sobreexposición mediática de videntes en el caso de Fernanda Maciel.
Uso de recursos
Según Paul Martinson, en su rol de fiscal también ha tenido que lidiar con la participación de videntes. "Como fiscal me tocó investigar presuntas desgracias y vi cómo familiares piden que contactes a esas personas, pero como miembro de la fiscalía uno ve que las familias están desesperadas y no puede impedirles a los familiares que tengan acceso a esa información. El problema es que ellos, efectivamente, entorpecen las diligencias, porque ocupan recursos en cosas sin ningún sustento. Son diligencias infructuosas, de absoluta pérdida de recursos".
Vanessa González Daroch defiende su participación en estos casos. Dice que tanto la "PDI como Carabineros se han contactado conmigo a petición de las familias. Las policías llevan una línea más técnica y a mí me buscan para dar los puntos exactos, ellos usan la información que yo les doy para dar con los puntos y no perder el tiempo buscando en radios más grandes".
Tal es el impacto de los videntes y psíquicos que, incluso, el Estado de Chile ha accedido a solicitar el aporte de estas personas durante la búsqueda de desaparecidos. En el caso de la tragedia de Juan Fernández, ocurrida en septiembre de 2011, el entonces ministro de Defensa Andrés Allamand, reconoció la participación de Carmen Díaz, la psíquica de Machalí, en el operativo para encontrar a los tripulantes del avión Casa 212 de la Fach. "Sé por experiencia propia lo que siente la familia, sé que ellos quieren cualquier posibilidad, una alternativa, una esperanza; nosotros con el equipo lo verifiquemos", declaró Allamand el 5 de septiembre de 2011. El actual senador recuerda ahora que esto tuvo "el efecto de tranquilizar a las familias que, muchas veces, nos transmitían mensajes provenientes de estas personas". Sin embargo, afirma que la ubicación del fuselaje del Casa 202 correspondió a los procedimientos técnicos de la Armada. "Yo no recuerdo que estas informaciones hayan tenido impacto directo en el hallazgo", agregó a La Tercera.
En una respuesta entregada por la Armada de Chile a una consulta vía Ley de Transparencia, la entidad detalló que las videntes involucradas en las labores de búsqueda fueron Carmen Díaz, Susana Lagos y Lía Saavedra, y sus servicios "no tuvieron costo de contratación ni de transporte para la institución, pues se desempeñaron ad-honorem y fueron transportadas en unidades navales cuya navegación estaba previamente dispuesta hacia la isla".
Asimismo, el documento señala que "los datos aportados por Carmen Díaz no fueron considerados en la búsqueda, pero concordaron con el hallazgo de los cuatro primeros cuerpos y restos mortales (...). Sin embargo, ningún hallazgo puede ser atribuido exclusivamente a la o las videntes, pues la búsqueda se realizó en base a los parámetros, análisis, empleo de medios tecnológicos y experiencia de las instituciones.
La Asociación de Escépticos de Chile, grupo de 25 personas que se reúne semanalmente para abordar estas temáticas, fue quien pidió los documentos por Ley de Transparencia a la Armada para conocer el rol que tuvieron los videntes en las labores de rescate en Juan Fernández.
Luis León, presidente de la agrupación, aseguró que al archipiélago "se llevaron médium y eso fue un fiasco; cuando le preguntaban a una de ellas empezó a enumerar todos las zonas de la isla. Eso fue como comprar todos los números del Kino y decir que eres vidente porque te lo ganaste. Su aporte fue cero y aumentó los costos del traslado en un contexto que, además, es peligroso para un civil".
Desde su casa en Machalí, la vidente Carmen Torres contesta el llamado de La Tercera. La mujer señala que, además de aportar en la tragedia de Juan Fernández, cooperó en el tsunami de 2010 y en el aluvión que afectó a la zona norte del país en 2015. "Para Juan Fernández me contactaron, me subí a la lancha con los marinos y les señalé los lugares donde estaban los restos(...). Allá estuve 11 días y 11 noches; aún tengo contacto con gente de allá y de la Fach, me agradecen por lo que hice".
Sin embargo, su aporte en el caso del aluvión de 2015 no se recuerda con tanto aprecio. Así lo asegura Gubert Carrasco, padre de Benjamín, un niño de ocho años que falleció en los aluviones de Chañaral. Según Gubert Carrasco, antes de poder dar con el cuerpo de su hijo, Carmen Díaz se le acercó a él y a su familia para ofrecer su ayuda.
"Ella dijo que Benjamín estaba en un hoyo frente a la casa, fue toda la familia desesperada a buscar, pero luego de varias horas de trabajo se dieron cuenta de que no había nada ahí. Se perdió mucho tiempo. Ella se incrusta en la mente de las personas en situaciones de debilidad, es un aprovechamiento de la tragedia, pero no ayudaron en nada. Mi hijo apareció bien lejos de donde ella decía". Y, efectivamente, el cuerpo de Benjamín Carrasco fue encontrado en la playa El Caleuche, a 9,4 kilómetros del lugar señalado por la vidente.
La presencia de personas con habilidades paranormales en la televisión abierta es un tema que frecuentemente está siendo analizado por el Consejo Nacional de Televisión. "Hacemos un llamado a los canales de televisión a ser responsables", señaló Catalina Parot, presidenta de la institución, que este año recibió 15 denuncias por la predicción que Ismael Torres hizo en un matinal, junto a las ropas de Fernanda Maciel.