25 páginas tiene la contestación que realizó el abogado Luciano Fouillioux, ante la acusación constitucional contra el ministro de la Corte Suprema Jean Pierre Matus.

En esas carillas, el abogado militante del Partido Demócrata Cristiano acusa que ir contra otro poder del Estado “solo por desconfianza política socava el Estado de derecho”. Además, afirma que el libelo es “inconexo” y está “mal redactado”.

El diputado Eric Aedo (DC) fue quien presentó la acusación contra Matus por “notable abandono de deberes”, luego de que se revelaran conversaciones entre Matus y el abogado Luis Hermosilla, imputado por delitos de corrupción. Uno de los mensajes que despertó los cuestionamientos fue un agradecimiento que realizó Matus a Hermosilla en 2018, luego de que fuera ratificado como supremo por el Senado. “Hola. Entre tanta felicitación se me había olvidado darte las gracias por todo. Pero nunca es tarde ¡Muchas gracias y un abrazo!”, fue el mensaje. Previamente, el supremo había señalado no tener diálogos con el abogado que se encuentra en prisión preventiva en el Anexo Capitán Yáber.

En conversación con La Tercera, Fouillioux profundiza en su crítica a la acusación, señalando que hay “contradicciones”. “La acusación se contradice a sí misma. Parte diciendo que es una acusación jurídico política, lo que es completamente cierto. Y después, un par de páginas más adelante, habla que es un juicio político propiamente tal, que no tiene nada que ver con lo jurídico, lo que es un error brutal. Brutal no solo en la redacción, sino en el texto de la Constitución, en la doctrina y en las acusaciones anteriores”.

El jurista repasa la historia de las acusaciones constitucionales en dos siglos de historia. En ese sentido recuerda el caso del exministro Hernán Cereceda, quien fue destituido en 1993 por haber hecho abandono en una causa relacionada a los derechos humanos de la dictadura.

“Llevamos casi dos siglos de la institución de la acusación constitucional. Ha habido más de 100 acusaciones constitucionales, en general, en estos dos siglos. Y de esos, ha habido solamente 20 acusaciones constitucionales que se acogieron. Y de las 20, hay una sola acusación constitucional que se acogió respecto a un ministro de la Corte Suprema, como fue la de Hernán Cereceda. Y fue por no haber cumplido con sus labores judiciales. Ese es el punto, tú no puedes hacer un juicio político a un ministro de la Suprema si no es por el ejercicio de sus funciones”, explica.

¿Cuáles son las motivaciones detrás de la acusación, según usted?

Mira, en este país las cosas están cambiando para bien. Son tiempos muy difíciles. Se están haciendo reformas en muchos aspectos y ahora le tocó al Poder Judicial. No es un dato sine qua non que hayan tomado tres o cuatro ministros dela Corte Suprema y les hayan tirado acusaciones constitucionales, porque además ninguna tiene que ver con sí misma, son todas distintas. Es una acción destinada a hacer una reforma en el Poder Judicial. Aquella misma reforma que el primer proceso constitucional donde había un consenso unánime y transversal incluido la propia Corte Suprema para que se modificara la integración y los nombramientos. En las cuales además participaba el ministro Matus.

Entonces, ¿usted dice que hay una motivación política?

Sí, claro. Aquí hay una motivación política contra gente que no tiene participación política, que no tiene militancia política. Ninguno de los ministros, incluido el mío, tiene militancia. La tuvo, pero hace 10 o 15 años. No tienen partidos que los defiendan. Entonces, se está haciendo un uso y abuso de esta atribución.

¿Usted cree que le perjudicarán al ministro Matus las entrevistas que dio donde dijo que no recordaba haber sostenido conversaciones con Luis Hermosilla?

Claro, porque no se ha entendido bien. Porque los medios de comunicación y algunos partidos oficialistas han hecho un engendro, llevando a tratar de convencer que ha mentido y él no ha mentido. Él ni siquiera pidió él la entrevista. Le preguntaron si tenían chats con Hermosilla y dijo ‘no, no tengo, no recuerdo haber tenido’. Y luego dijo, ‘tengo uno, de 2022 de un trabajo académico’. Y cuando Ciper le dice, ‘mire usted tiene esto, pero aquí están estos chats’. Y él revisó y no tenían los chats en su teléfono porque había cambiado el aparato. Y cuando Ciper le dice de los chats, lo reconoce inmediatamente. Tú comprenderás que si el ministro Matus hubiera querido engañar a la gente, a la opinión pública, a la Corte Suprema, por de pronto no da ninguna entrevista a ningún medio. Él actuó de buena fe en lo que él entendía lo que había y veía. Inmediatamente reconoció, o sea no hay dolo.

¿Cuál es la relación entre Matus y Hermosilla?

No son amigos, nunca se han visitado en sus casas, no conoces a sus familias. Fue una relación exclusivamente profesional. Los chats con Hermosilla tienen que ver solamente con dos cosas. Tienen que ver con cuando Hermosilla lo subcontrató para que lo asesorara profesionalmente en el tema de la acusación constitucional de Andrés Chadwick y él lo hizo. Lo pactaron y le pagaron. Eso es de noviembre de 2019. Y después está lo del nombramiento, y tampoco se reunió con Hermosilla o con Chadwick.

El mensaje de agradecimiento de Matus a Hermosilla, ¿a qué se debió?

Por supuesto, es de buena persona. Le agradeció a muchas personas que le ayudamos a que las cosas se corrigieran.

¿Qué cree usted que pierde el Poder Judicial si el ministro Matus es acusado constitucionalmente?

Pierde un gran integrante, un hombre de recambio generacional, un hombre que le puede actualizar el camino penal, que es donde él tiene un prestigio incontrastable en Chile y en el extranjero. Pierde mucho. El ministro Matus no violó, accidentó, asesinó, robó plata. No estamos hablando de ninguna de esas cosas.

Por último, Fouillioux puntualiza que el Congreso no puede acusar constitucionalmente por hechos ocurridos antes de que Matus fuera ministro de la Corte Suprema. “La acusación habla de que se le imputan un montón de cosas, pero antes de que fuera ministro y eso es improcedente. No tiene base jurídica ninguna. Es como que te acusaran a ti por una acusación constitucional o a mí. O sea, la acusación constitucional es contra las personas definidas en la Constitución como presidente, ministro de Estado, gobernador, ministro de la Corte, contralor, almirante, uniformado”.