Fue en 2018 cuando el Observatorio de Narcotráfico del Ministerio Público profundizó, por primera vez, en las características del crimen organizado. Entonces era un escenario previo al estallido social y a la pandemia, con bandas criminales extranjeras que recién venían arribando en nuestro país.
El estudio, que fue dirigido por el abogado Luis Toledo, exfiscal regional y en ese entonces director de la Unidad Antidrogas del Ministerio Público, entregaba características respecto de este tipo de organizaciones: no eran de carácter ideológico, se mantenían estables en el tiempo y funcionaban como una verdadera empresa.
El exfiscal, quien es hoy director del Centro de Estudios en Seguridad y Crimen Organizado de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad San Sebastián, recuerda los alcances de análisis que cobra aún mayor sentido en una semana donde la crisis de seguridad ha marcado la agenda del gobierno.
El abogado está ahora en Asunción, Paraguay, participando de un foro organizado por Naciones Unidas sobre el combate a las drogas sintéticas, y desde ahí atiende el llamado de La Tercera.
Al abordar el origen de la criminalidad que hoy estamos viendo en el país, el exfiscal se remonta a 2017, cuando en el órgano persecutor se detectaron cambios en el mercado de la droga. Esa modificación, que vio el paso de la marihuana paraguaya a la de tipo creepy para llegar a la ketamina, sería fundamental para explicar el escenario actual.
“A contar del año 2018, un poco previo al estallido social, empezamos a ver un flujo de venezolanos muy fuerte por el norte de nuestro país. Un momento que implica un cambio y modificación en la criminalidad. Y también se vio en la modificación en los mercados criminales, particularmente lo que dice relación con este grupo de venezolanos que se instaló en Colchane, principalmente en Pisiga”, explica.
Junto a esto, dice, la Fiscalía detectó por primera vez la presencia de una banda que llenaría en los últimos años una y otra vez las páginas policiales. “Ese año se instaló un grupo de venezolanos que decía ser de una organización criminal, que en ese tiempo no se conocía. Se autodenominaban el Tren de Aragua”, reveló.
El exfiscal Toledo asegura que desde 2020, es decir hace cuatro años, el Ministerio Público alertó sobre la presencia de bandas delictuales extranjeras y de una serie de falencias estructurales del sistema. “Fuimos cuestionados por las autoridades de la época, porque, en definitiva, nos señalaban que no eran personas que dependían de la organización, sino que eran brazos aislados y que no podíamos acreditar la presencia de una organización criminal completa”, explica. Sin embargo, detalla, esos datos eran coincidentes con las primeras visitas de Larry Changa a Chile, que se instala en 2018 para delinquir en nuestro país. “En consecuencia, a mí no me sorprende el estadio en que estamos, porque nuestra respuesta ha sido tremendamente tardía”, sentencia.
¿Cómo podríamos definir la etapa en la que estamos hoy día?
Yo diría que estamos en una situación de crisis de seguridad para los estándares que está acostumbrado nuestro país, con una serie de problemas estructurales para la toma de decisiones eficientes para salir de esta situación.
¿Qué problemas estructurales?
Una es la incapacidad para anticiparse. Lo que denominamos habitualmente como “inteligencia” ha sido básicamente ineficiente en nuestro país por desidia del Estado en su conjunto. Otra son las mediciones, que son inexistentes. No existen estándares o indicadores levantados por autoridades políticas que sean revisables en el tiempo.
¿Como cuáles?
Uno de los indicadores que tenemos para saber cómo ha aumentado o bajado el fenómeno asociado a la seguridad pública son los delitos de mayor connotación social. La Subsecretaría de Prevención del Delito dice si subieron o bajaron. ¿Y qué entiendes tú como ciudadano? Entiendes que la autoridad tiene un control y un seguimiento en torno a delitos que afectan la tranquilidad y seguridad pública. ¿Y si yo te digo que en los delitos de mayor connotación social no están medidos los secuestros, la trata de personas, el lavado de activos, el tráfico ilícito de migrantes? Tú me entenderás que entonces eso es un engaño y es una trampa de solitario. ¿Cómo es posible que ningún gobierno, incluido este, sea capaz de modificar esa medición?
¿Y los fiscales están preparados para enfrentar este tipo de criminalidad?
Más que hablar de los fiscales, quiero hablar del sistema penal. El sistema penal en su conjunto incorpora la labor policial, que debe ser profesional y completa; la labor de la Fiscalía y la que hacen los jueces. Si me preguntas si el sistema penal está preparado para enfrentar esta criminalidad, la respuesta es un rotundo no. Y lo digo sin temor a equivocarme.
El perfil del “neodelincuente”
Para Toledo, el perfil de quienes están asociados al crimen organizado también ha sido modificado.
¿En qué se nota eso?
Antiguamente, cuando comenzamos a revisar esto con el Observatorio, era común ver bandas organizadas, que lo que querían era ostentar una vida lujosa. Entonces, usted veía chicos con mucho bling-bling y autos caros. Eso ha cambiado completamente. Hoy día, las bandas de crimen organizado lo que menos quieren es mostrarse. Viene muy de la mano con la criminalidad colombiana y venezolana, donde ellos no ostentan. Todos estos detenidos del Tren de Aragua, ninguno tenía una vida de lujo, ninguno tenía un auto caro. Uno de los líderes andaba en una motoneta de Rappi. Entonces, eso da cuenta de que lo que ellos quieren es juntar dinero para llevárselo de vuelta o cambiarlo por Bitcoin. Las cadenas más bajas, menos inteligentes y más evidentes son las que ostentan lo que están ganando.
Los imputados extranjeros son más avezados, no temen enfrentar a Carabineros. ¿Son también características nuevas?
Así es, y les importa menos estar en la cárcel. Entonces hoy día son los que van al choque, eso es lo que estamos viendo.
¿Se podría decir que el delincuente extranjero le ‘ganó la calle’ al chileno?
Yo creo que ya ni siquiera hay enfrentamiento. El delincuente extranjero y el delincuente chileno han llegado a una suerte de paz. Hoy día el enfrentamiento está entre extranjeros. ¿Se acuerda cuando en Franklin, en el Persa Bío Bío, había enfrentamiento entre chilenos y extranjeros por territorio? Eso no sigue ocurriendo. Se firmó la paz. No es que la policía haya sido tan eficiente y efectiva, simplemente hay una distribución de mercados delictuales y esa actividad es lo que a mí me parece que hemos sido muy ciegos en reaccionar.