El miércoles en la noche, cuando el gobierno ya tenía decidida la salida de Hermes Soto de la Dirección General de Carabineros, entre los posibles sucesores asomaba tímidamente el nombre del director de Bienestar, general Mario Rozas. Eran pocas las posibilidades, pues antes que él estaban otros seis generales inspectores en la línea de mando.
Sin embargo, el jueves la pista se despejó. El Presidente Piñera anunció que 10 generales dejarían sus cargos, entre ellos todas las máximas antigüedades. El inminente ascenso de Mario Rozas estaba prácticamente sellado y hoy quedó zanjado de manera oficial en La Moneda: el Mandatario lo presentó como el nuevo general director, a poco más de una hora de decretada la salida de Hermes Soto.
De esta manera, Mario Alberto Rozas Córdova se transformó en el general director más joven de los últimos 30 años en Carabineros. El linarense de 51 años asumió en medio de una fuerte corriente de críticas a la institución, gatilladas por la muerte de Camilo Catrillanca en Ercilla, el fraude de $ 28 mil millones y la fallida Operación Huracán en La Araucanía.
Además, con esta designación se renueva el promedio de edad del Alto Mando, el cual oscilará entre los 49 y 51 años. Así, con el nombramiento de Rozas al mando de Carabineros, la señal del gobierno es clara: una nueva generación debe liderar a la institución. El nuevo general director egresó en 1987 de la Escuela de Oficiales.
De la generación bautizada como el "Escuadrón Montaña", Rozas -dicen en Carabineros y en el gobierno- viene a entregar un nuevo aire a la institución. Con su llegada se busca terminar con una soterrada disputa interna en la policía uniformada: los más cercanos a Villalobos y los más afines con Soto.
El primer grupo es que el heredó la confianza del exgeneral director Bruno Villalobos, el llamado "Escuadrón Centenario", la generación que egresó en 1979.
Tras la salida de Villalobos su sombra no se alejó, pues, dicen al interior de la institución, quedaban "algunos fieles" al exgeneral director. Incluso hay quienes señalan que mucha información que hoy se maneja en Carabineros llegaba al exjefe policial.
En otro bando estaban "los sotistas", quienes egresaron del "Escuadrón Soberanía", en 1981. Junto a él estaban, por ejemplo, el exgeneral Christian Franzani, exjefe de Orden y Seguridad que debió renunciar por los cuestionamientos a su gestión en el caso Catrillanca.
Lo mismo el general Kurt Haarmman, quien en un comienzo se erigía como el sucesor de Soto, pero su amistad con el retirado general director mermó estas aspiraciones.
Es por eso que el gobierno allanó el camino a Rozas. Con la nueva salida masiva de generales, era Rozas o Rozas, pues tampoco se le identificaba en un bando de sus antecesores. Villalobos lo ascendió a general, pero fue Soto el que le dio una misión clave en la Dirección de Bienestar para "limpiar" cualquier tipo de irregularidad en la Mutualidad de Carabineros, organismo que estaba en la mira de Contraloría y la fiscalía.
El exedecán
Rozas es un conocido de los pasillos de La Moneda, pues se desempeñó como edecán de Piñera, entre noviembre de 2011 y marzo de 2014.
Comisario de Las Condes, efectivo del OS-7, aspirante a piloto y jefe de Comunicaciones Sociales de Carabineros, es parte de su paso en la institución. También fue agregado policial en España, como coronel, hasta que asumió como general en la jefatura de Tránsito y Carreteras, en diciembre de 2017.
En marzo llegó a Bienestar por expresa petición de Hermes Soto. "Si hemos encontrado alguna situación con algún indicio de corrupción, de abuso o de algo ilegal, somos los primeros en denunciar", dijo Rozas el 5 de octubre, ante la comisión investigadora de la Cámara que revisaba los pagos en la Mutualidad.
Además de oficial, Rozas es periodista titulado y magister en Comunicaciones. Runner y un reconocido lector de biografías. Las últimas que adornaron su biblioteca: la de Steve Jobs, Abraham Lincoln, Raúl Castro y Carlos Ibáñez del Campo.
En la presentación del nuevo general director, el Presidente Piñera dijo que confía en que Rozas pueda "guiar a Carabineros de Chile por el camino de la modernización y por el camino de las grandes reformas que Carabineros de Chile necesita, para poder enfrentar los problemas que hoy lo aquejan, pero sobre todo, para poder enfrentar los desafíos que tendrá en el futuro".
Cercanos al nuevo jefe policial indicaron que una de las misiones que tendrá será continuar con una gestión enfocada en la prevención.
Al salir de La Moneda, Rozas manifestó que "el Presidente me ha dicho que sigamos trabajando con tranquilidad. Por lo tanto, ese es el mensaje que quiero entregar hoy día como general director: de seguir trabajando en el día a día por la comunidad".