Les escribo para informarles brevemente que el señor fiscal regional Metropolitano Sur del Ministerio Público ha determinado iniciar el término del proceso de indagación en la investigación iniciada por las autodenuncias realizadas por el hermano Jesús Triguero, hermano Jesús Pérez, Francisco Reyes y quien suscribe.
Así parte un comunicado que le envió el delegado de la Misión Marista para Chile, Ernesto Reyes, a toda su comunidad.
El mensaje continúa así: “El aludido fiscal regional, que fue designado en su oportunidad por el fiscal nacional para la indagación de los hechos denunciados en contra de miembros de nuestra congregación, dispuso el archivo de los antecedentes, por cuanto en el proceso ni siquiera aparecieron antecedentes que le permitieron desarrollar actividades conducentes al esclarecimiento de los hechos denunciados, menos aún aquellos suficientes para fundar una acusación”.
El caso al cual se hace alusión se remonta a 2018 y explotó por un correo electrónico. Fue el 25 de enero de ese año cuando un exapoderado de uno de los colegios de la congregación apuntó al religioso Jesús Triguero por un presunto caso de abuso que habría sufrido su hijo.
En ese mail, además, se involucraba a otras tres personas: un religioso y dos laicos, en el rol de supuestos encubridores o facilitadores del eventual delito.
En aquella oportunidad, los denunciados, autoridades relevantes de la congregación, aseguraron de inmediato que se trataba de un hecho infundado.
“La denuncia que el apoderado hace y que involucra a mi persona es injuriosa, agraviante y absolutamente falsa. No comparto la forma y menos aún el fondo del correo”, expresó Triguero en la autodenuncia que la congregación envió a la misma fiscalía, para que se investigaran y aclararan los hechos.
La orden, en tanto, en mayo de 2018, emitió un comunicado en el cual decían que “se recibieron algunos correos, en los cuales se hacían acusaciones infundadas, ofensivas y calumniosas sobre algunas personas que ocupan u ocuparon cargos directivos en la institución”. Por eso, se indicó, las cuatro personas mencionadas se autodenunciaron ante la Fiscalía Sur.
Por qué se archivó
En su comunicado enviado ayer a la comunidad marista, Ernesto Reyes recalcó que fueron los mismos involucrados quienes se autodenunciaron. “La autodenuncia es una forma de solicitar al Ministerio Público que abra una investigación cuando alguien se siente afectado por una denuncia falsa, tal como se hizo en este caso, en que fuimos los difamados, los que por iniciativa propia solicitamos esta indagación a la fiscalía, para lograr la aclaración de las ofensivas aseveraciones y expresiones que se vertieron sobre nosotros”, dice el mensaje.
Luego, el delegado de la misión marista agregó que “así como al enterarnos de esas acusaciones compartimos con ustedes el dolor que nos provocaron, no sólo por su falsedad, sino porque involucraron a nuestras familias y amistades, y levantaron un manto de especulaciones en nuestras comunidades, hoy tenemos la satisfacción de informarles esta determinación que nos trae algo de paz y mitiga en parte nuestra pena”.
Fuentes de la Fiscalía Sur confirmaron a La Tercera que la causa estaba archivada. Desde el Ministerio Público precisaron también que el caso, que fue investigado por la fiscal Yazmín Salech, se archivó por que la supuesta víctima se negó a declarar en el proceso, debido a que se encuentra con un tratamiento siquiátrico intensivo. La causa podría volver a abrirse en caso de que, eventualmente, surgieran nuevos antecedentes.