La verdadera dimensión del boicot a la Prueba de Selección Universitaria (PSU) que se realizó los días 6 y 7 de enero se conoció hoy, cuando el Departamento de Evaluación, Medición y Registro Educacional (Demre) informó el número de personas habilitadas para rendir el segundo test, fijado para los días 27 y 28 de enero.
Las cifras del Demre dieron cuenta que un total de 111.080 inscritos estarán habilitados para dar la nueva prueba de Matemática, debido a que les fue imposible hacer el test o bien las condiciones en que lo realizaron fueron "anómalas y desfavorables". Esto implica que del total de inscritos, que alcanzó las 297.432 personas, el 37% fue habilitado para esta segunda oportunidad.
El porcentaje revela que más de un tercio de los jóvenes que pretendían dar la PSU tuvieron dificultades para hacerlo. Esto refleja que el impacto del boicot fue más elevado que las estimaciones de las autoridades, que calculaban en un 20% a los afectados.
En el caso de la prueba de Lenguaje, el Demre determinó que 69.978 personas (un 24% del total de inscritos) estarán habilitados para la segunda prueba.
Y en el caso de Ciencias, 34.618 jóvenes que no la dieron y otros 11.875 que lo hicieron en condiciones desfavorables podrán rendir la segunda PSU. Ambos suman 46.493 personas, que equivale al 25% de los inscritos.
Sin embargo, en un escenario distinto se encuentran quienes tenían planificado dar la prueba de Historia, la que fue suspendida debido a la filtración del examen (ver secundaria).
Durante la jornada de hoy, el Demre también informó las reglas que regirán para esta segunda rendición del test (ver recuadros).
Así, por ejemplo, la entidad estableció que "si ya rendiste las pruebas el 6 y 7 de enero, y las rendirás el 27 y 28 de enero, para el cálculo de puntaje se considerará la prueba en que obtengas el puntaje más alto".
El Demre, además, indicó que el 25 de enero se darán a conocer los locales donde se realizará la prueba. Esto, como una medida para evitar tomas y nuevos boicots.
Respecto a este nuevo proceso, el rector de la Universidad del Desarrollo, Federico Valdés, dijo que "es imposible anticipar cuántos alumnos van a dar las pruebas, porque algunos de los que aparecen como que no pudieron darla eventualmente no la iban a dar. Hay una abstención de alumnos que se inscriben y no dan la prueba". Añadió que "también es razonable esperar que haya un grado de sabotaje parcial, porque hay organizaciones que siguen desafiando la PSU y siguen llamando a sabotearla, por lo tanto, yo espero que se desarrolle con la mayor normalidad posible, pero es difícil pensar que no habrá problemas".
En tanto, Mauricio Cataldo, rector de la Universidad de Bío-Bío, señaló que "es complicada la situación. Espero que los estudiantes cumplan el no boicotear la prueba. Pero no sé qué va a pasar".
Juan Oyarzo, rector de la Universidad de Magallanes, indicó que cree "en la buena disposición que hubo en la conversación entre nuestro vicepresidente Aldo Valle y estudiantes (...) Eso no quita que pueda haber otro grupo que pueda interrumpir nuevamente el proceso. Uno tiene que estar abierto a la posibilidad de que el boicot se pueda repetir".
De hecho, el vocero de la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (Aces), Víctor Chanfreau, aseguró el viernes que están "en coordinación con cientos de asambleas y organizaciones a nivel nacional para ver cómo va a ser ese día, en términos de las movilizaciones que llevar".
Las opciones para el test de Historia
El rector de la Universidad Católica, Ignacio Sánchez, señaló que el Consejo de Rectores (Cruch), junto al Departamento de Evaluación, Medición y Registro Educacional (Demre), están evaluando un plan alternativo para las personas afectadas por la Prueba de Selección Universitaria (PSU) de Historia, Geografía y Ciencias Sociales. Este examen fue cancelado por el Cruch, luego de una filtración del facsímil en las horas previas a su rendición, el 7 de enero pasado.
"El Consejo de Rectores junto al Demre, está planteando que los estudiantes que se sientan perjudicados den la PSU de Historia, pero como admisión especial. Esto es que se les pueda tomar la prueba de Historia en las universidades, una vez que estén en los procesos de selección. Es decir, no influiría en el proceso global, sino que sería una prueba de admisión especial. Sería algo voluntario", dijo Sánchez en entrevista a La Tercera.
Consultado si sería un ingreso especial, dijo que "sí, y tendría que darse en las universidades, no lo haría el Demre".