Conmoción ha causado el fallecimiento de dos recién nacidos en la Clínica Alemana los días 14 y 15 de febrero. La causa del deceso estaría relacionada con la administración de un alimento parenteral producido por el laboratorio Redsana, que alcanzó a entregar 16 dosis eventualmente contaminadas con la bacteria enterobacter en este recinto y otras 17 en otros cinco centros de salud, según ha informado el Instituto de Salud Pública (ISP).

Por ello, el mismo ISP solicitó la suspensión de los trabajos en el laboratorio.

Isabel Sánchez, jefa del departamento Agencia Nacional de Medicamentos (Anamed) del ISP, señaló el pasado viernes que "tras enterarse de la situación, el 16 de febrero, personal del ISP se dirigió inmediatamente hasta las inmediaciones de la empresa y solicitó la suspensión de las faenas. Además de tomar muestras de todos los productos fabricados desde el 12 al 16 de febrero".

El caso se hizo público una semana después, cuando la clínica denunció los hechos a la Fiscalía Oriente y luego el ente persecutor, junto a personal PDI, se presentaron en el recinto de salud.

En esa oportunidad, desde el laboratorio señalaron que el alimento parenteral fue examinado por el centro de salud, sin que se encontraran anomalías. "Dicha clínica finalizó los estudios que buscan determinar el origen de la contaminación y no encontró ningún problema en nuestros preparados parenterales", se sostuvo, a través de un comunicado.

Por el momento, las verdaderas causas del fallecimiento de los dos lactantes, que habían nacido prematuramente, son desconocidas, pero se presume que en los próximos días el ISP podría dar a conocer los resultados de los cultivos que hasta ayer continuaban bajo análisis.

Las diligencias para esclarecer los hechos no han cesado. Entre el lunes y martes, al menos 13 personas han ido a declarar en calidad de testigos a la Brigada de Homicidios Metropolitana: cinco pertenecen a Redsana y el resto a personal de la Clínica Alemana.

Según trascendió, entre el personal del recinto de salud privado está la enfermera Leslie Loyola. Mientras que en el caso del laboratorio, quienes han ido a prestar su testimonio pertenecen al equipo de producción y personal técnico.

Además, ayer llegó hasta el cuartel policial ubicado en Ñuñoa, Carolina Ortiz, químico-farmacéutica y directora técnica de Redsana, quien fue interrogada por más de una hora ante un oficial de la PDI.

En sus testimonios, el personal del laboratorio habría explicado el procedimiento de elaboración de los alimentos parenterales -que se hacen especialmente para las necesidades de pacientes-, los protocolos de Redsana para la producción de los mismos y la forma en que deben ser entregados.

La defensa de Redsana fue asumida por el estudio de abogados De la Fuente, Godoy y Cía., quienes también fueron defensores en el caso de las farmacéuticas y el caso tsunami.