Los rayados en muros e inmuebles se han transformado en parte del paisaje del país durante los últimos años. Para la comuna de Santiago, en particular, esta práctica se ha convertido en un dolor de cabeza para propietarios y autoridades, que tienen que dedicar esfuerzos para repintar y recuperar miles de metros cuadrados de superficie de fachadas en distintos barrios.

El municipio capitalino realiza todos los años el programa "Pintura y Mejoramiento de Fachadas", que se ocupa de rehabilitar espacios afectados. En los últimos años "hemos invertido más de mil millones de pesos en borrado de grafitis", revela el alcalde, Felipe Alessandri.

Si se comparan los últimos dos años, se registra un aumento de 59,3% en el gasto municipal destinado para este tipo de restauración.

En detalle, mientras en 2017 se gastó más de $ 400 millones, el pasado 2018 la cifra ascendió a $ 645 millones.

En cuanto a la superficie dañada, en 2017 se recuperaron 175 mil m2, o 17 hectáreas. Esto equivale a la superficie del Parque Bicentenario de Vitacura. En 2018, el total de la superficie restaurada se incrementó a 450 mil m2, es decir, un espacio similar a la mitad del Parque O'Higgins.

Alessandri precisa que si bien el municipio juega un rol importante en esta materia, cuidar el entorno también es responsabilidad de "los vecinos, los comerciantes y quienes tienen sus sedes en la comuna, como las universidades y los estamentos públicos".

Es por esto que hizo un llamado a que "cuidemos nuestra ciudad. Lamentablemente, hoy vemos muchos barrios continuamente afectados por este problema, y si bien como municipio vamos a seguir en este esfuerzo, la tarea es de todos. Vamos a ganar la batalla contra los rayados".

Desde la municipalidad detallaron que la tarea de recuperar una fachada no es un trabajo sencillo, ya que exige la remoción de la pintura, lijar la muralla y, como etapa final, la aplicación de la nueva pintura. Dentro del programa, esto se realiza sin costo para el propietario, en caso que sea un privado.

Sanciones

Actualmente no existe ley alguna que penalice la realización de rayados y grafitis sin autorización. No obstante, el 14 de junio de 2018, el Presidente Sebastián Piñera ingresó a la Cámara de Diputados un proyecto de ley de conductas antisociales que, entre otros aspectos, busca regular "el arte gráfico urbano, establece condiciones para su desarrollo y sanciona rayados no autorizados".

La propuesta busca establecer que los autores de tales hechos reciban sanciones que llegan a presidio menor en su grado mínimo (61 a 540 días) y multas de 11 a 20 UTM (de $ 531 mil a más de $ 900 mil), independientemente del valor del daño. Al mismo tiempo, la norma propuesta perseguirá a quienes dañen monumentos nacionales e inmuebles declarados patrimonio de la humanidad, con penas de presidio menor en su grado medio a máximo (541 a 5 años) y multas de 50 a 200 UTM ($ 2,4 millones a $ 9,6 millones).

Si el daño es hecho por un menor, el proyecto busca que los padres se hagan responsables, de acuerdo a las penas antes mencionadas.

La diferencia entre "tags" y los grafitis

Darío Acevedo (32), quien se dedica hace 20 años al grafiti, explica que un rayado -también conocido como "tag"- es una firma que inscriben algunos grafiteros para poner su marca en las paredes. No obstante, asegura, "hay personas que están rayando por vandalismo, los que luego causa que confundan eso con el grafiti".

Agrega que el grafiti es más elaborado y complejo que los "tag", debido a que "implica combinar colores y entregar algún tipo de mensaje". Al mismo tiempo, precisa que el muralismo, que a veces se confunde con los rayados, tiene relación con corrientes artísticas. "Es arte en las murallas", argumenta.