Los trabajos de los voluntarios consistieron en remodelar el Parque Pan de Azúcar con la reparación de dos puentes, dos senderos, juegos, graderías del escenario y construcción de stands para emprendedores; habilitación del sendero La Cruz y la creación de un mural en el colegio del lugar, dejando un mensaje del creador de la Fundación, Felipe Cubillos: "Descubre el talento de una persona, dale alas y déjalo volar".
Además se realizaron talleres lúdicos junto a la comunidad, talleres de emprendimiento y en el ámbito de la salud, se realizaron operativos odontológicos, donde se atendieron a 80 personas (mayoritariamente adultos mayores), además de realizarse cirugías, limpiezas, destartage y mantenimiento de placas.
"La idea principal es formar a los voluntarios desde su vocación y su talento, no desde la culpa ni la indignación. Que desde la alegría puedan dar herramientas y oportunidades a las personas. Porque como bien decía Felipe Cubillos: 'o te haces el tonto, o te haces cargo'. Nosotros elegimos hacernos cargo", explica Valentina Fisher, líder del área de Voluntariado de la Fundación.
Para finalizar los 10 días de trabajo voluntario, los jóvenes organizaron el "Festival de la Alegría", donde se realizaron shows junto a la comunidad.
"Se cumplió todo lo esperado y más, la formación y charlas salieron mejor de lo que esperábamos y nos vamos dejando una huella imborrable en la comunidad y los voluntarios", resumió Fisher.