En medio de las dificultades que la pandemia ha generado en la población, más de 500 familias han tenido la oportunidad de participar este año en el programa Familias Unidas, impulsado por la Subsecretaría de Prevención del Delito, que busca generar habilidades parentales y prevenir conductas riesgosas en niños y adolescentes.
El programa comenzó a ser implementado en 2015, fue creado por la Universidad de Miami, y adaptado a la realidad nacional por la Fundación San Carlos de Maipo, que trabaja con la subsecretaría. El objetivo es prevenir el consumo de sustancias nocivas y conductas sexuales de riesgo, como embarazos adolescentes y enfermedades de transmisión sexual.
La subsecretaria de Prevención del Delito, Katherine Martorell, explica que el programa, que es parte del Sistema Lazos, es un “modelo integral que ayuda a niños, jóvenes y sus familias, pero sobre todo que se anticipe, que llegue antes que ocurra un delito”.
Hasta ahora, todos los cuidadores han manifestado que el programa les ha servido para mejorar sus relaciones y el 97% dice que volvería a participar de un programa vía online. Con las 500 familias de este año, ya son 1.200 las familias que se han visto beneficiadas desde 2015.
“En nuestra experiencia con el programa, hemos visto que se produce una transformación de los padres, madres y cuidadores, una mejora en las habilidades de comunicación. A través de una forma diferente de conversar, que acoge y valida al otro, los padres se convierten en agentes de cambio en sus familias”, dice Raúl Perry, jefe de programas de Fundación San Carlos de Maipo.
Para generar una acción preventiva, desde 2019 el Sistema Lazos integra una oferta para los distintos problemas que puede tener una familia con hijos adolescentes, sumando el Programa de Parentalidad Positiva, para las familias con problemas de menor complejidad interesadas en aprender estrategias de crianza positiva, y Familias Unidas, para aquellas familias cuyos hijos podrían vivir situaciones que los pueden poner en riesgo.