Más de la mitad de los concursos públicos para proveer de médicos a los hospitales quedó desierto en 2024
Aunque el fenómeno no es nuevo, de acuerdo con el Minsal y con los mismos profesionales, las razones detrás de esto incluye la desigual distribución de especialistas, lo que se da con mayor fuerza en regiones alejadas de la capital. Además, no se descarta que la crisis de seguridad que enfrenta la red pública afecte la decisión de algunos médicos de no postular, lo que obliga a llenar las vacantes por otras vías.
Este año ha sido difícil para los establecimientos de salud públicos: falta de presupuesto, crisis de seguridad, extensas listas de espera y falta de personal. Este último fenómeno se arrastra desde antes de la pandemia y no se le ha podido poner atajo. El problema es que dicha situación se acrecienta en estas fechas, ya que muchos profesionales comienzan a tomar sus vacaciones, lo que obliga a reorganizar los equipos para garantizar la continuidad de la atención.
De acuerdo con la información del portal Empleos Públicos que administra el Servicio Civil, las convocatorias del área de la salud para proveer personal son las más difíciles de cubrir, tanto antes como después de la llegada del Covid-19.
De hecho, al analizar los registros de 2024 se tiene que se han realizado cerca de 3.500 concursos públicos para cargos de médicos, enfermeros y técnicos en enfermería en hospitales, de los cuales el 41% se declaró desierto, es decir, no se logró conseguir por esa vía al profesional que se requería. El porcentaje de éxito es solo un poco mejor que en 2021, cuando el 45% de los 2.866 concursos se declaró desierto.
Pero la situación empeora si se hace un zoom a los puestos por cubrir de médicos. Ahí se tiene que de 2.000 convocatorias a concurso durante el año, 1.152 se declararon desiertas, lo que implica el 57,6% de los casos. La necesidad de médicos que tienen los hospitales es un guarismo no menor, considerando la cantidad de este tipo de profesionales que hay: según cifras de 2021 de la Subsecretaría de Redes Asistenciales del Ministerio de Salud (Minsal), en los hospitales públicos había en ese entonces 18 mil médicos, y algunos entendidos aseguran que hoy ya son en torno a 20 mil.
Al igual que en la cifra global de personal de salud, el porcentaje de efectividad en torno a los concursos para médicos mejoró un poco respecto de los inicios de la pandemia: en 2021 se realizaron 694 convocatorias y 439 quedaron sin cubrir (63,2%).
Donde se aprecia un mayor avance es en el caso de los enfermeros: en 2021, 422 (34,1%) de sus 1.237 convocatorias quedaron desiertas, comparado con los apenas 83 (11%) de 754 cupos que no se lograron llenar este 2024. Y también en los técnicos en enfermería: en 2021, el 47,7% (446) de las 935 convocatorias quedó sin ocupar, frente a un 19,3% (140) de las 724 convocatorias del presente año.
Verónica Bustos, jefa de la División de Gestión y Desarrollo de las Personas (DIGEDEP) del Ministerio de Salud, aclara, en todo caso, que los concursos desiertos no necesariamente se traducen en un déficit de profesionales: “Los servicios de salud realizan un gran esfuerzo para llenar vacantes, lo que a menudo implica llevar a cabo múltiples llamados, ya que en algunos casos los concursos se declaran desiertos por diversas razones. Sin embargo, el resultado final es positivo: el 95% de los cargos correspondientes a las leyes de los servicios de urgencias está actualmente provisto. Además, los médicos contratados a través de la Ley 19.664 alcanzan un porcentaje de provisión del 96%”.
El tema es que los concursos desiertos, aun cuando esos puestos se puedan terminar llenando por otras vías administrativas, como se hizo por ejemplo en la pandemia, sí implican otras cosas: tiempo perdido justo cuando las listas de espera apremian, además de recursos humanos y financieros para procesos de búsqueda que no se concretaron.
Cuando menos, las cifras de convocatorias no logradas reflejan que participar activamente de un concurso público no es tan atractivo para los médicos. Al cierre de esta nota, por ejemplo, habían casi 50 concursos abiertos en el portal de Empleos Públicos buscando a médicos de distintas especialidades, para diversos hospitales del país.
Consultada respecto a si hay un problema para llenar vacantes, desde el Minsal Bustos asegura que las cifras actuales constituyen “una situación más o menos normal y que no solo pasa en Chile, sino que es una realidad mundial. Pero hay algunos lugares donde cuesta más”.
Esto último es precisamente lo que notan con mayor fuerza en ciertos recintos, lo que se traduce en pacientes con una sensación más palpable de falta de profesionales. En tal sentido, dentro de los hospitales que, por ejemplo, más se repiten con concursos abiertos actualmente en el portal de Empleos Públicos, están el Sótero del Río, el Provincia Cordillera, el Metropolitano de Santiago o el San Pablo de Coquimbo.
Causas
En cuanto a las razones que podrían explicar este fenómeno, Bustos plantea que influyen significativamente las preferencias particulares de los médicos. Y que en zonas más aisladas o extremas, especialmente fuera de las regiones más centrales, es más difícil contratar médicos, ya que muchos optan por ubicaciones con mayores facilidades o cercanía a centros urbanos.
La presidenta del Colegio Médico, Anamaría Arriagada, señala que “la falta de especialistas en Chile obedece principalmente a una distribución desigual, ya que la mayoría se concentra en la capital, mientras que otro gran porcentaje se ubica en Valparaíso y Biobío”.
Además, explica que “influyen también factores como la proyección familiar. Por ejemplo, un médico puede completar su especialidad en una zona, pero tal vez en ese lugar no hay suficientes colegios para sus hijos, o enfrenta situaciones personales que le impiden trasladarse. Por último, un aspecto importante es que para ejercer ciertas especialidades se requiere trabajar en equipo o contar con tecnología específica, y hay regiones donde esas condiciones no están disponibles”.
Las cifras también grafican este problema: un estudio publicado por la Superintendencia de Salud en febrero pasado, concluye que “Chile posee una concentración desigual en la distribución geográfica de especialistas médicos, situación que se asemeja a la realidad de otros países de Latinoamérica y el mundo. Esta desigualdad afecta de igual forma a la distribución de médicos del sistema público y el sistema privado de salud”.
Y es que según los datos analizados por el organismo, la Región Metropolitana concentra el 59,7% de los especialistas del país: de los 34.944 médicos que tienen alguna especialidad a nivel nacional, 20.846 están en la capital. Le siguen las regiones del Biobío (2.893, o un 8,3%) y Valparaíso (2.857, o un 8,2%). Al otro extremo, se ubican regiones como Arica y Parinacota, Atacama y Tarapacá, que tienen 209, 218 y 270, respectivamente.
Pero al interior de los recintos surge otro factor que podría explicar la falta de profesionales: la crisis de seguridad que atraviesa la red. Y es que las agresiones han aumentado exponencialmente.
Hasta el 13 de septiembre de este año se registraron 7.319 agresiones contra funcionarios sanitarios públicos que trabajan en hospitales o centros de Atención Primaria de Salud (APS), lo que representa un promedio de 28,5 incidentes diarios.
Al respecto, la presidenta del Colegio Médico detalla que “depende del establecimiento y del cargo del que estemos hablando, porque efectivamente hay problemas de seguridad que afectan a ciertas zonas, como algunas comunas de la Región Metropolitana o sectores del norte, como Iquique”.
Mientras, la encargada del Minsal indica que “las razones que hemos explorado están relacionadas con aspectos como la posibilidad de acceder a una determinada calidad de vida, la oportunidad de compartir con otros colegas o la opción de continuar con la especialización. El tema de la seguridad, por su parte, tiene que ver más con razones personales”.
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