Es una de las preguntas por resolver del plebiscito que tuvo lugar hace dos semanas: cómo fue la composición del electorado en términos de edad. Los datos oficiales recién serán entregados en unos meses por el Servicio Electoral, pero tanto las primeras encuestas como el comportamiento en votación de las diferentes comunas -en especial las de la Región Metropolitana- apuntaban a lo menos a algunos cambios de tendencia, sobre todo vinculado a la mayor participación de los grupos más jóvenes.

Y un análisis detallado sobre las cifras a nivel de mesa da sustento a esta perspectiva, con aumentos de más de veinte puntos en la participación de los menores de 30 años y descensos de casi la mitad entre los mayores de 70 al compararlo contra la asistencia a los comicios de 2017.

La firma de data science Unholster realizó un estudio a partir de las estadísticas de participación y votos disponibilizadas por el Servel: en el modelo, cada persona elige entre no votar, votar Apruebo o votar Rechazo. Tras ello, se estima esa probabilidad para diferentes grupos demográficos. Finalmente, se dividen los grupos dependiendo de si se inscribieron en el padrón electoral antes de la reforma que permitió la votación voluntaria -nuevos y antiguos-, y también por tramos de edad, haciendo cada cálculo primero a nivel comunal y después general. En esto, se considera además otro elemento: prácticamente todos los votantes menores de 30 años corresponden a inscritos nuevos, e inversamente, casi la totalidad de los mayores de 70 años son inscritos antiguos.

Entre los inscritos nuevos menores de 30 años, la participación habría subido de 34,9% a 55,2%, es decir, más de 21 puntos porcentuales. Algo similar ocurre entre inscritos nuevos de 30 a 50 años, en que subiría 22 puntos para alcanzar el 50,3%. Y el grupo con mayor participación sería el de inscritos antiguos entre 30 y 50 años, con el 68,8%, casi diez puntos más que en 2017.

Desde ese punto en adelante comienza el descenso. Según Unholster, entre los inscritos antiguos de 50 a 70 años, que había sido el grupo con más participación en 2017, con 64%, la cifra bajó siete puntos, a 57,3%. Y entre los mayores de 70 años de la misma categoría, el descenso fue más significativo: de 57,3% a 29,8%, es decir, más de 27 puntos, casi la mitad.

Al hacer un análisis por regiones, llama la atención que si bien la Metropolitana tiene por lejos la mayor participación de las principales zonas del país en uno de los grupos -79% entre los inscritos antiguos de 30 a 50 años-, también los mayores de 70 años parecen haber tomado más precauciones: sólo el 28% participó, comparado con el 35,6% en Valparaíso. Otra pista que aparece sobre el efecto de la pandemia, en todo caso, es que la Región del Biobío, cuyas principales ciudades estaban en cuarentena y en medio de un brote relevante en las semanas previas a la votación, tuvo una de las menores participaciones en este grupo, con el 19,8%.

Las cifras del análisis podrían reflejar una de las primeras constataciones del impacto del Covid-19 en el plebiscito. “Si ambos grupos hubieran tenido la misma participación que en la primera vuelta de 2017, se habría llegado a 8,2 millones de votos y 55,3%, casi 5 puntos más que la participación de 50,9% que hubo”, dice el texto de Unholster, hecho por Antonio Díaz-Araújo y Cristóbal Huneeus, gerente general y director de Data Science de la firma, respectivamente. “Sin el Covid-19 y con una elección mas competitiva, la participación quizás habría sido mas alta”, agregan.

Votos Apruebo-Rechazo

De acuerdo al informe, dos comunas muestran bien estos contrastes: Vitacura y La Pintana. En esta última comuna cayó más la participación en los mayores de 70 años; en cambio, en Vitacura la caída fue mayor entre los inscritos antiguos, entre 50 a 70 años. Sin embargo, en La Pintana, entre los inscritos nuevos el aumento fue más de un 100%, pasando de 25% a 55% en los votantes menores de 30 años y de 20% a 50% en los inscritos nuevos de 30 a 50 años.

“Los grupos de inscritos antiguos mayores de 50 años vieron descender su participación, probablemente por miedo a contagiarse por Covid-19 o quizás porque el resultado del plebiscito era claro”, apunta el documento de Unholster, reflejando también que es posible que ese electorado pueda volver a participar en los comicios.

Estos elementos pueden tener interés pensando en la secuencia de elecciones que viene el próximo año, sobre todo porque la intención de voto, de acuerdo a Unholster, fue muy distinta entre los grupos: si entre los votantes menores de 30 años la proporción es del 81% a favor del Apruebo y del 19% por el Rechazo, entre los mayores de 70 esa diferencia es del 52% para la primera opción y del 48% para la segunda.

Los datos apuntan a que las candidaturas deberán tomar en consideración estos dos electorados para las futuras contiendas que vienen en 2021. “El candidato tiene el desafío a apelar a ambos grupos, y el que logre convocar los dos tendrá mayores posibilidades de ser constituyente que el candidato que sólo apueste por un nicho. Hay diferencias en cada distrito y esa diversidad, partidos e independientes deben saber incorporarla”, señala el texto de Unholster.

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