El presidente de la Comisión de Constitución de la Cámara de Diputados, Matías Walker (DC), jugó un rol clave en el avance del proyecto que permite retirar los fondos previsionales. Tras haber puesto en tabla la iniciativa -pese a que el proyecto no tenía urgencia-, el legislador permitió que se instalara el debate que hoy tiene en las cuerdas al oficialismo.
En esta entrevista aborda las luces y sombras del debate. Asegura que el retiro afectará en un porcentaje menor las jubilaciones y advierte que “tan importante como condenar la violencia, es contribuir a la paz social con respuestas concretas”. Asimismo, reivindica el rol del Congreso, asegurando que este era soberano para legislar esta norma, y desestima las alarmas de una eventual crisis institucional.
¿Se aprobó un buen proyecto?
Se aprueba un proyecto necesario, que es la última herramienta que tenemos como Congreso para darle a la gente una respuesta ante la crisis. El 28 de abril, con todos los partidos de oposición, propusimos una renta básica universal de emergencia para el 90% de la población por seis meses y eso no se acogió. Lamentamos que se haya caído la creación de un Fondo Solidario, pero al mismo tiempo eso deja al gobierno sin su principal munición de crítica, porque más que cuestionar el retiro apuntaban al costo. Entonces, esto abre una oportunidad para que la Cámara Alta, con un mecanismo probablemente más acotado, cree un fondo que pueda complementar las pensiones de quienes ejerzan el retiro del 10%. Asumo que van a estar los dos votos de Chile Vamos que necesitamos en el Senado.
¿Qué impacto tendrá en las pensiones?
Tenemos distintas estimaciones, pero el promedio, de acuerdo a los análisis económicos que hemos tenido a la vista, apunta a un daño que oscilaría entre un 4% y 7%. Y, por lo mismo, propusimos ese fondo que busca complementar esas pensiones el día de mañana.
¿No hay una presión de legislar al calor de las redes sociales?
Las angustias de la ciudadanía no son monopolio de la oposición. Acá hubo 3/5 de la Cámara de Diputados, incluyendo a 13 diputados del gobierno, que concordaron en que debíamos darles el derecho a las personas a elegir.
¿Por qué esta vez no escuchar a los técnicos?
Hubo distintas opiniones, todas válidas. Pero la exministra Alejandra Krauss, quien fue la ministra que lideró la reforma previsional Bachelet, ha apoyado este proyecto. Lo mismo Jeannette Jara, exsubsecretaria de Previsión Social. Entonces no es que todos los técnicos tuvieran diferencias. ¿Pero acá qué es lo que pasa? Los diputados estamos en contacto directo con la gente y lo que vemos son miles de personas a quienes no les ha llegado ninguno de los beneficios. Y por eso teníamos que dar una respuesta. Porque junto con condenar la violencia, tenemos que aportar a la paz social.
¿Apunta a esta advertencia que han hecho algunos sobre un estallido social 2.0?
Por supuesto, nosotros condenamos todos los hechos de violencia. Pero tan importante como condenar la violencia es contribuir a la paz social dando respuestas concretas desde el Congreso. Y eso es lo que nosotros hicimos con la votación.
Ustedes decían que no podían ser los trabajadores los que pagaran la crisis con sus ahorros. ¿No hay contradicción en eso?
Este no era un debate ideológico, era una cuestión de empatía y la empatía no tiene sector político: que hayamos tenido votos del sector más conservador de RN y la UDI demuestra que esta no era una discusión ideológica.
¿Y por qué, por ejemplo, cuestionaron la ley de protección del empleo? ¿No es contradictorio eso?
No, porque la excepción confirma la regla. Entendimos que, aunque no nos gustara que la ley de protección al empleo recurriera a los fondos del seguro de cesantía, teníamos que dar una respuesta extraordinaria. Y acá es exactamente lo mismo.
¿Por qué no buscar un acuerdo que no implique que los trabajadores recurran a sus ahorros?
Siempre propusimos transferencias directas, pero el gobierno, el día que se vota el retiro del 10%, recién ingresa un proyecto de ley que establece una fórmula regresiva: un bono de 500 mil pesos, que deja afuera a vastos sectores de trabajadores informales. Muchos diputados de Chile Vamos confiaban en que el gobierno iba a llegar con una buena propuesta, pero eso no ocurrió. Acá debe haber un cambio para generar un gran pacto social y político que le dé estabilidad al país. Y, además, que dé paso a un gran acuerdo para tener un sistema más solidario, terminando con el monopolio de ahorro de las AFP.
El ministro del Interior ha dicho que aquí se utilizó un resquicio legal para legislar en materia que era facultad exclusiva del Presidente. ¿Qué le parece?
No, el profesor Tomás Jordán fue muy claro y explicó que el Congreso era absolutamente soberano para establecer una regla constitucional que dispusiera la posibilidad del retiro de fondos. Nos habría encantado tramitarlo como reforma legal, pero el gobierno nunca estuvo dispuesto a esa discusión.
Respecto de la crisis oficialista y la oportunidad que se ha abierto para la oposición, ¿podría ser un punto de inflexión?
Después de mucho tiempo logramos sintonizar, como oposición, con la ciudadanía, no solo en la base de oponerse a algo, sino que sobre la base de proponer. Y finalmente acá la oposición se transformó en propositiva y el Presidente Sebastián Piñera en obstruccionista.