El médico, magíster en Bioestadística y académico de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile, Mauricio Canals, encabeza el equipo de esa institución que realiza modelaciones sobre cómo se comportará la epidemia de Covid-19. Y evalúa positivamente la cuarentena general decretada este miércoles para frenar el alza de casos.

“El peak se presentará a fines de mayo y comienzos de junio. De esos pacientes contagiados, lo que se calcula internacionalmente, es que el 5% va a requerir una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI)”, dice.

Por lo mismo, también advierte que, dado ese escenario, es clave que los mensajes a la población respecto del confinamiento “sean muy claros”.

El médico y académico de la Universidad de Chile, Mauricio Canals.

-¿Qué le parece la declaración de cuarentena total en Santiago?

Me parece bien, porque estamos en un momento importante del número de casos. Creo que hay que frenar a toda costa la sobrecarga del sistema de salud, que es lo que va a provocar una mortalidad asociada, más allá de la mortalidad natural del Covid-19, por falta de recursos para atender a pacientes. Entonces, todo lo que se haga por disminuir el flujo de pacientes hacia la red es un paso en una buena dirección.

-Los modelos que proyectan la enfermedad, hablan de un alza de pacientes que requerirán camas críticas, ¿Qué dicen los pronósticos?

El número de contagiados hoy (ayer) es muy preocupante, con 2.660 casos. Sube en casi en mil, respecto al día anterior. Sin embargo, era esperable, porque los modelos decían que esto iba a ocurrir. Vamos en camino al peak de casos, que se presentará a fines de mayo y comienzos de junio. De esos pacientes contagiados, lo que se calcula internacionalmente es que el 5% va a requerir una Unidades de Cuidado Intensivo (UCI). Entonces lo que pase esta semana va a repercutir fuertemente en la próxima.

-¿Cuándo se podría ver un efecto favorable de las cuarentenas?

Tenemos estimaciones de que, en general, el efecto que se puede producir se vería en una o dos semanas más. Entonces, si se corta la transmisión (del virus) hoy, vamos a tener aún la inercia de las semanas anteriores, que es alta, pues hay una alta carga de infectados activos y un Re (indicador de reproducción de casos) de 1,39 (un contagiado transmite a 1,39 personas, en una semana, aproximadamente). Si se multiplica el número reproductivo efectivo por el número de infectados activos, tienes la carga que va a sufrir el sistema la próxima semana. Y eso no se puede detener con una medida adoptada hoy. Entonces, calculamos que en las próximas dos semanas, recién veríamos los efectos de lo que se haga en este momento.

-Se ha planteado que el mensaje del gobierno ha sido contradictorio…

Mi visión personal es que hay etapas: partió lenta la reacción del gobierno, luego hubo una alerta general por parte del Colegio Médico y los alcaldes, cuando se suspendieron las clases, lo que generó un efecto claro en la transmisión del virus, pues se aplanó la curva. Pero de pronto, hubo un mensaje comunicacional tremendamente adverso para la percepción de riesgo de la población. Cuando se habló de nueva normalidad y retorno seguro, en mi opinión fue nefasto. La población responde al mensaje comunicacional. Cuando se dejó de ir a clases, se disminuyó la movilidad poblacional en 50% en la ciudad, porque la gente tuvo percepción de riesgo. Ahí la población se recluyó.

-¿Cuándo subirá la cifra de hospitalizados?

Estimamos que se podría llegar a una saturación completa la próxima semana. Esto se complementa con la información de la Sociedad Chilena de Medicina Intensiva, que muestra que las UCI ya están copadas en un 90%, por lo que hay poco espacio.

-La red asistencial es desigual en regiones ¿Qué piensa de eso?

El problema en regiones, es que tienen una infraestructura precaria y ante la necesidad de recursos se van a ver complicados en que les lleguen los recursos por la distancia y la centralización. Esto se debe corregir a priori antes que ocurra.

-¿Qué atenta contra el confinamiento de la población?

Las personas reaccionan si la población entra en una alarma razonable, al ver lo qué puede suceder. Nos puede suceder lo que sucedió en Italia y en España, por lo que se deben cumplir las cuarentenas. Si los recursos son insuficientes durante el peak de casos, es complicado porque no va a haber suficientes equipos de salud para tratar a los pacientes, tal como sucedió en esos países.