Los balnearios más visitados por los chilenos tienen, en este momento, un mejor control de la pandemia. Es decir, si bien siguen reportando casos nuevos todos los días, han salido de la etapa más compleja y se encuentran, mayoritariamente, en las fases de Preparación y Apertura Inicial.

Por ello, los municipios más turísticos -salvo Valparaíso y Viña del Mar- han dejado atrás las cuarentenas generales y de fines de semana, lo que les ha permitido reactivar sus economías locales, reabrir restaurantes y retomar, con los debidos resguardos, las actividades rutinarias.

Por ello, el anuncio del gobierno de entregar un permiso de vacaciones a las personas que residen en comunas en la Fase 2 -y que daría movilidad a casi ocho millones de santiaguinos- generó división entre los alcaldes.

Desde el Litoral de los Poetas, destino que recibió a más de 700 mil visitantes el último verano, el alcalde de Cartagena, Rodrigo García, tomó distancia del anuncio.

“No me parece responsable. Nosotros hemos hecho un esfuerzo para aplicar todos los protocolos y tomar las medidas para cuidarnos, y ahora se cambian las reglas del juego. Con esto quedamos en un riesgo real de tener una avalancha de turistas y yo comprendo la necesidad de reimpulsar el sector gastronómico y hotelero, pero hay que considerar que hay vidas que están en juego”, planteó el edil.

En El Quisco, su alcalde (S), Sergio Pino, miraba con preocupación el anuncio. “El escenario es complejo, más aún teniendo en consideración la nueva cepa del virus. A nuestra comuna llegan muchos turistas, dar una autorización de ese estilo colapsaría nuestro sistema de salud, que no da abasto para tanta gente”.

Y desde Algarrobo, el alcalde José Luis Yáñez dijo que la medida tiene dos miradas. “Me parece por un lado bien, porque estas comunas viven de la industria turística, que ha estado bastante alicaída, pero por otro lado, estas decisiones que uno como alcalde debe acatar, no incluyen recursos, ni logísticos ni humanos. A mí me preocupa, por ejemplo, la trazabilidad, que es algo que tenemos muy bien logrado con el Cesfam, y no queremos perderla, porque es clave, pero con la cantidad de gente que va a venir, va a ser muy difícil”.

Mientras, en el destino Quinta Costa, donde veranean más de 300 mil personas, el alcalde de Valparaíso, Jorge Sharp, destacó que el permiso anunciado debe aparejarse de mayores controles y resguardos para mantener controlada la pandemia.

“Para que esta medida, que va en apoyo del turismo de las ciudades de Chile, sea implementada correctamente, es indispensable acompañarla de diversas medidas sanitarias. Primero, fortalecer fuertemente la estrategia de testeo, trazabilidad y aislamiento para poder detectar tempranamente los casos positivos”. El edil añadió que, a la vez, se deben trabajar las medidas sanitarias de hostales, hoteles y restaurantes, además de mantenerse las medidas de autocuidado, “la responsabilidad de cada persona es fundamental para mantener a raya el coronavirus”, planteó.

Al sur del país, específicamente en La Araucanía lacustre, cada año vacacionan más de 350 mil personas. Y el alcalde de Pucón, Carlos Barra, plantea que se debe lograr un equilibrio.

“Me parece bien un permiso de verano, especialmente para Pucón, que es una comuna que vive del turismo y esto va ayudar a fortalecer la economía. Pero debe existir un correcto equilibrio entre la economía y lo sanitario”.

El edil advierte que la fiscalización, considerando las masivas visitas que recibe la comuna, es un aspecto complejo. “Se debe vigilar que se cumplan los protocolos y eso no es fácil, pero si no ocurre, esto se puede convertir en una situación que perjudique a la ciudadanía y eso es algo que no queremos. Nosotros deseamos que vengan visitantes, pero no tantos. Es una contradicción, claro, pero tenemos que ser capaces de hacer cumplir las normativas”, planteó Barra.