Comunicarse es una necesidad básica del ser humano y que ayuda al sentido de pertenencia. Señas, gestos y palabras: todo indica algo. Es por esto que no parece extraño que al estar lejos de su país, las personas quieran encontrar un canal de comunicación que los haga sentir más cerca de casa.

Lugares de encuentro, ONG y grupos en Facebook son algunos de los métodos que los extranjeros han utilizado para hacer comunidad en Chile. Mientras que otros, más ambiciosos, han decidido formar sus propios medios de comunicación, hechos por y para migrantes.

En Quilicura, el canal de televisión comunal abrió hace cinco años un espacio para que los residentes haitianos se hicieran parte de la programación. Bailes, risas e información de utilidad pública, como datos de arriendo y trabajo, eran la tónica de las transmisiones habladas en creolé y subtituladas al español.

Pero para la temporada 2018, fueron los mismos miembros del espacio quienes decidieron darle un giro al contenido. Ahora, informar y concientizar sobre el aporte que hace la migración haitiana son los focos del contenido.

"La población negra está creciendo y queremos incentivar la participación política, porque todavía no la hay", dice Jean Claude, conductor de "Vertières", como llamaron al programa que sale al aire los fines de semana.

Para grabar el espacio, cada sábado Jean Claude llega hasta las dependencias del canal, ubicado en la población Parinacota. Allí, salen en vivo los sábados y aprovechan de dejar grabado el capítulo del domingo. Junto a él, también participan otros dos jóvenes, uno estudiante de Periodismo y otro de Derecho.

Educar también es otro de los propósitos del programa. En uno de los capítulos, Jean cuenta que se habló sobre la evasión en el transporte público: "Queríamos concientizar a los haitianos que viven acá sobre ese tema. En nuestro país no se acepta subir a la locomoción colectiva sin pagar, y si estamos aquí tampoco debemos hacerlo".

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Angie Guzmán y parte del equipo "Charanga Latina", en el estudio de la radio colombiana.[/caption]

Y también deja espacio para una reflexión que, según él, representa lo positivo de la migración. "Cuando Chile supo combinar la fuerza del pueblo mapuche con la fuerza de la migración, ganó dos copas América", dice en referencia al volante de la selección chilena de fútbol Jean Beausejour.

Ritmo colombiano

Corría el año 2015 y la músico colombiana Angie Guzmán pensó que a las radioemisoras chilenas les faltaba algo: salsa, vallenato y reggaetón. Por eso decidió fundar "Charanga Latina", la primera emisora colombiana en tierras chilenas.

"Queríamos traer un poco de Colombia a Chile y calmar, por medio de la música, la discriminación y ese clima malo que había hacia nosotros", recuerda Guzmán. De este modo, familiares de los colombianos residentes en Chile pueden enviarles mensajes a través de WhatsApp y sentirse un poco más cerca.

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Víctor Higuera, director del periódico venezolano "El Vino-Tinto".[/caption]

Claro que el comienzo no estuvo exento de obstáculos. "Cuando partí, me daba temor salir al aire, que me llamara algún chileno y dijera 'por qué están colocando su música'. Fue bastante duro", recuerda. Pero también cuenta orgullosa que la aceptación se dio rápidamente y hoy el 30% de sus auditores son chilenos.

En "Charanga Latina" trabajan nueve personas, entre productores, diseñadores, animadores y Dj. Todos son colombianos. Y todos costean sus sueldos con las "viejotecas", eventos bailables que realizan en un local de Antofagasta. El dinero de las entradas sustenta al equipo, la radio e incluso alcanza para darles regalos a los auditores.

"El Vino-Tinto"

En abril saldrá a la calle la edición número 17 de "El Vino-Tinto", el único periódico venezolano de distribución gratuita en Chile. Partió en 2016 como una idea, pero hoy se ha transformado en un espacio para que periodistas, emprendedores y profesionales de todas las áreas se conecten a través de la información.

Víctor Higuera, director del periódico, cuenta que su objetivo principal es "ser un acompañante de los venezolanos en Chile y crear conciencia sobre una buena migración".

Sin embargo, aclara que también le gustaría que chilenos leyeran uno de los cinco mil ejemplares que distribuyen cada mes. Actualmente, tienen 85 puntos de reparto, principalmente en restaurantes, mercados y empresas de dueños venezolanos.

En las páginas de "El Vino-Tinto" se pueden encontrar desde columnas de opinión hasta reportajes, siempre apegados a la política. "No es que queramos agobiar al lector, pero ellos tienen que saber qué pasa en Venezuela", sostiene Higuera.