Miles de viajes se registran en bicicleta cada día en la capital en medio de la pandemia del coronavirus, pues muchos usuarios prefieren no utilizar el transporte público, con el fin de evitar contagios o bien como medio para el delivery de productos.

En ese escenario, en medio del cual otros países han fortalecido sus redes de ciclovías para este periodo, la Municipalidad de Santiago implementó siete kilómetros de ciclosendas -algo así como ciclovías demarcadas de forma exprés- en varias calles, con el objetivo de que los ciclistas tengan una opción segura por donde desplazarse.

Aunque se trata de un plan piloto, el municipio proyecta un total de 58 kilómetros de ciclosendas en el mediano plazo.

Las vías fueron demarcadas en las calles General Gana, Arauco, Siria y Tucapel, de bajo tráfico vehicular.

Son de tipo unidireccional, de un ancho de 1,3 metros y tienen 0,35 metros de demarcación divisoria, incluyendo tachas reflectantes para el horario nocturno.

En cada vía se dejó una pista de circulación para vehículos, de 3,9 metros, lo que podría llevar a que circulen a una menor velocidad.

“Estas ciclosendas han tenido muy buena recepción, han sido solicitadas por la propia comunidad y vamos a evaluar en este periodo cómo funcionan”, explicó el alcalde Felipe Alessandri.

El jefe comunal añadió que quiere continuar ampliando la red, con lo que la comuna se podría convertir en la que posee la mayor extensión de rutas destinadas a ciclistas, con un total de 111 kilómetros.

También informó que el costo de la inversión asciende a $ 1 millón por kilómetro, mucho menor que las ciclovías de estándar tradicional.

Rodrigo Mora, investigador y urbanista del Centro de Desarrollo Urbano Sustentable (Cedeus), afirmó que en el marco de la emergencia estas soluciones se han puesto en marcha en ciudades como París, Londres, Bogotá y Ciudad de México.

Se está redistribuyendo el espacio vial para favorecer la bicicleta, lo que permite el distanciamiento físico”, dijo. En Las Condes, por ejemplo, también se instaló una ciclosenda de este tipo en Presidente Riesco, entre Vitacura y Vespucio.

El alcalde Alessandri aseguró que estas rutas también se podrían materializar en calles como Maule, Franklin, Arauco, Víctor Manuel. Y en el sector norponiente, en Erasmo Escala, Yungay, Esperanza y Maipú, mientras que en el área surponiente, se proyectan vías de este tipo en San Alfonso, San Dionisio, y Francisco Pizarro, entre otras.

Seguridad vial

Sandra Aguilera, vocera del Colectivo Muévete, que promueve el uso de la bicicleta, sostuvo que estas sendas son de “rápida gestión, lo que es una herramienta clave, porque la recomendación que se ha hecho es privilegiar la caminata y bicicleta, con el fin de evitar aglomeraciones”.

Agregó que también es útil que los desplazamientos se realicen en bicicleta o a pie, con el fin de mantener la actividad física en tiempos de pandemia.

Aguilera aclaró que la idea es que estas soluciones estén conectadas con ciclovías ya existentes, para poder hacer viajes más extensos. Planteó que en comunas como La Cisterna y Renca también se está planificando implementar estas vías de emergencia.

Sin embargo, también hay “peros”. El urbanista Rodrigo Mora añadió que el rol de crear estas ciclovías debería estar a cargo del Ministerio de Transportes “con recursos asociados, plazos y planificación, porque muchas municipalidades no cuentan con los recursos”.

Ariel López, investigador del Núcleo de Movilidades y Territorios, afirmó que las ciclosendas deben estar acompañadas de “señalización vertical y demarcación horizontal, que informen al usuario de las condiciones de operación de la vía”.

El objetivo -dice López- es que también se implementen en esas calles medidas para “calmar el tráfico”.

Vitacura y calles de alta circulación

Ayer comenzaron las obras de la primera etapa de las ciclovías rápidas de Vitacura, las que estarán divididas en cuatro etapas, siendo la primera una extensión de 1,4 kilómetros en Avenida Alonso de Córdova, mientras que las siguientes se realizarán en Av. Kennedy (3,9 km); Av. Manquehue (0,4 km) y Padre Hurtado (1,7 km). La inversión municipal es de $ 70 millones por cada uno de los primeros tres tramos, mientras que el último requerirá una inversión adicional, debido a que se necesita intervenir infraestructura.

“Es una forma de anticiparse a lo que venga en el futuro, porque es algo que la gente está pidiendo cada vez más. Ya no es algo deportivo solamente, sino que es un medio de transporte. Queremos una comuna más amable, ágil y con mejor circulación”, dijo el alcalde Raúl Torrealba, quien destaca que este circuito es el primero que se construye en zonas de alta circulación, pues los otros seis kilómetros de la comuna están en los parques de la ribera del Río Mapocho.

El mapa del circuito de ciclovías de Vitacura.

La iniciativa forma parte del Programa de Movilidad Activa de Vitacura, el cual considera Zonas 30, el sistema de bicicletas públicas, la red de ciclovías y pasarelas para peatones y ciclistas. Galo Errázuriz, jefe de gabinete del municipio, explicó que “las obras de la primera etapa estarán listas en noviembre de este año, mientras que todo el circuito debería estar operativo durante el segundo semestre de 2021”.

Los trabajos incluyen demarcación de ciclovía y de bicibox, instalación de elementos para la segregación, señalización y nuevos semáforos para ciclos. Además, se está realizando una coordinación en materia de conectividad con Las Condes y destacan desde la alcaldía que esto es una forma de anticiparse a los escenarios de mediano plazo tras el inicio del periodo de desconfinamiento.