Un muro metálico. Específicamente de acero. Se trata de 84 robustas planchas que rodean cada uno de los accesos del Metro Plaza de Maipú, una de las estaciones que resultaron más dañadas tras las protestas de octubre del año pasado, y cuya reconstrucción comenzó a mediados de enero. Ese es parte del dispositivo de seguridad que el tren urbano determinó con el fin de resguardar la seguridad, tanto de trabajadores como de los recintos en reconstrucción, según se informó desde la estatal.

Metro se encuentra trabajando en lo que se definió como "segunda etapa del proceso de reconstrucción" de las estaciones dañadas tras el 18 de octubre. La primera fase concluyó el 30 de diciembre, con la apertura de estación San Pablo, de la Línea 5. Eso completó 111 terminales disponibles de un total de 136. Es decir, se terminó el 2019 con el 82% de la red operativa, que es el actual estado de la red.

"Entendemos que algunos procedimientos, como los cierres temporales de estaciones o la habilitación de accesos controlados, generen molestias en los pasajeros, pero pedimos que comprendan que estas medidas se toman con estricto apego a medidas de seguridad, que buscan dar mayor protección a nuestros pasajeros y trabajadores", señaló Felipe Bravo, gerente de la división de proyectos de Metro.

En ese escenario, el tramo de la Línea 5 que llega a Plaza de Maipú tiene contemplada su reapertura en la segunda y tercera etapa, que para el caso de esta última es a fines de abril. "Maipú es la segunda comuna con más habitantes de Santiago y se espera que, una vez que entre en operación ese tramo, alcance una afluencia diaria promedio de 105 mil viajes", explicó Bravo.

Del vidrio al metal

El 18 de octubre, las dos estructuras de vidrio que desde 2011 servían de ingreso en la estación de Maipú fueron destruidas, al igual que las boleterías, tiendas y escaleras mecánicas. Unos días después, la estación sufrió un incendio y durante las protestas de noviembre quedó prácticamente abandonada, al punto de que cualquier persona podía entrar.

"Como comerciantes ya estamos organizados para que no destruyan la estación nuevamente y proteger nuestra fuente de trabajo", comentó Rodrigo Zamorano, vendedor de ese sector, quien reconoció que sus ventas bajaron un 10% respecto de lo que ganaba antes de los ataques.

Por ahora, cerca de 50 personas de empresas contratistas trabajan en la reconstrucción de esta terminal. Sus muros de acero, según se informó, son solo cierres de faena; es decir, provisorios.

Lo más complicado, dicen los obreros, es reponer el circuito eléctrico de la estación, que se quemó con el incendio o fue robado. Explican que la estructura de concreto no tiene demasiados daños y que se debe reparar boleterías y escaleras.

Los vecinos del sector extrañan el servicio y esperan su reapertura lo antes posible. "El Metro hace mucha falta aquí", comentó José Peralta, usuario de la red.

El muro de acero ya pasó su primera prueba. Hace dos semanas, durante las protestas por la muerte de un barrista de Colo Colo, los manifestantes intentaron derribarlo sin éxito. Metro, además, reforzó el cierre perimetral en todas las estaciones que están en obras y potenció los sistemas de vigilancia en cada una.