Bajo un constante manto de nieve y viento, la Base Frei recibió en 2018 un total de 8.707 visitantes. Todos iniciaron su viaje al Continente Blanco desde el aeródromo Teniente Marsh, en la Antártica. Una de las visitas implicó un gran cambio en el futuro de su estructura. Fue la del Presidente Sebastián Piñera, junto al ministro de Defensa, Alberto Espina.

"Debemos proteger la Antártica para que siga siendo un continente blanco, limpio, del futuro. También debemos resguardar y fortalecer nuestros legítimos derechos sobre la Antártica", sostuvo el Mandatario. Al mismo tiempo, anunció un plan de modernización de esta avanzada en el continente blanco.

La Base Aérea Eduardo Frei, instalada en la década de 1960 en uno de los ambientes más inhóspitos del planeta, necesita urgentes mejoras. Si bien durante la visita presidencial no se entregaron mayores detalles, actualmente sí se sabe cómo se llevará a cabo el plan.

El impacto del duro clima

De acuerdo a información entregada por la Fuerza Aérea de Chile (Fach), la inversión para esta tarea asciende a US$ 73.555.226. Ello equivale a $ 49.024.288.807. Este desembolso será utilizado, entre otros objetivos, para mejorar áreas que han sufrido las consecuencias del clima austral.

Otras dependencias serán actualizadas a las necesidades actuales. Tales requerimientos nuevos contemplan desde urbanización y mejoramiento de la central de apoyo logístico a la llegada de fibra óptica, vital para las comunicaciones modernas y el acceso a internet.

La concreción de la obra gruesa debería estar lista el segundo trimestre de 2030. El proyecto se divide en dos fases. La primera contempla una inversión aproximada de US$ 35 millones, y entre sus metas más importantes está la remodelación del Hangar Búfalo. Este recinto alberga las aeronaves que patrullan la zona y comunican la base con Punta Arenas.

Al mismo tiempo, las obras de urbanización incluyen instalaciones de agua potable, alcantarillado vialidad y electricidad. Se suman la construcción de dos módulos habitacionales de 750 m2 cada uno en Villa Las Estrellas. Del mismo modo, se realizarán mejoras portuarias.

"La base está cumpliendo 50 años de vida y requiere urgente modernización. Está en muy malas condiciones", reconoce el ministro Espina.

Cambios más grandes en medio siglo

La segunda etapa incluye la incorporación de energías renovables no convencionales, la conexión intercontinental de fibra óptica y un refugio para pasajeros, junto a una pasarela para un aeródromo. De esta manera, la base se prepara para afrontar su reestructuración más grande en medio siglo.

El coronel de aviación y jefe de la División Antártica, Miguel Figueroa, destaca el rol internacional que cumple la base, que recibe cada año turistas, científicos y personal militar provenientes de 22 países. "Hoy se hace esta inversión porque hay una voluntad política para desarrollar la Antártica, y esto se pone al servicio de la comunidad internacional", precisa.

Por su parte, el ministro Espina recordó que Chile "ejerce un legítimo derecho soberano sobre la Antártica. Adicionalmente, este continente es la mayor fuente de investigación y preservación del medioambiente, del desarrollo de la ciencia. Por lo tanto, nuestra presencia es fundamental".