Hasta el jardín infantil “Pin-Pilín”, ubicado en Ñuñoa, llegaron hoy el ministro de Educación, Raúl Figueroa, y la subsecretaria de Educación Parvularia, María Jesús Honorato, para supervisar las actividades presenciales y el cumplimiento de los protocolos en el contexto de las clases en pandemia.
El ministro de Educación señaló que, hasta el lunes, 3.900 jardines infantiles han abierto sus puertas a nivel nacional tras la vuelta de vacaciones de invierno. Respecto a los jardines que pertenecen a la red Juni, el 85% está con sus puertas abiertas. Esa cifra, en la Región Metropolitana llega al 90%.
“Creemos que es positivo que esté proceso de apertura se esté llevando adelante, que es importante que los padres puedan confiar en los jardines infantiles, específicamente en los jardines de la red Juni, que han hecho un enorme esfuerzo para estar disponibles para sus familias”, dijo Figueroa.
En total, Figueroa dijo que son 9 mil los establecimientos, entre colegios y jardines infantiles, que han abierto sus puertas durante esta semana. En ese sentido, afirmó que, “tal como fue la tónica en el primer semestre, los establecimientos municipales son los que tienen menos porcentaje de apertura”. Sin embargo, agregó que “hemos recibido mucha información positiva de municipios que están ya generando todo el trabajo para, en estos días y en las próximas semanas, recuperar la presencialidad y poner sus establecimientos a disposición de las familias”.
“Es importante reconocer que el mundo municipal está también comprometido con este proceso de apertura. Estamos a la expectativa de cómo en las próximas semanas serán cada vez más los municipios que se van incorporando con ese propósito”.
“Hacemos un positivo balance de las reapertura de los establecimientos educacionales, luego de las vacaciones de in invierno”, cerró.
Por su parte, la subsecretaria Honorato señaló que “hoy día estamos alcanzando un alto número de establecimientos a los padres, dándole oportunidad a todos los niños y niñas de participar de esta instancia. Tenemos que destacar que la evidencia lo muestra es que esta etapa, de 1 a 5 años, es una etapa que no se vuelve a repetir porque tenemos el máximo potencial del ser humano. Es la etapa donde los padres tienen que saber que realmente están entregando oportunidades futuras a sus hijos e hijas”.