La prueba Simce fue otro de los hitos suspendidos por la pandemia, ya que el año pasado tuvo que ser interrumpida por primera vez desde su creación, en 1988, dejando al sistema escolar sin datos sobre el aprendizaje de los alumnos y el desempeño de los colegios.
Pero el Ministerio de Educación (Mineduc) espera retomar el examen este año. Hace algunas semanas, presentó la propuesta del plan de evaluaciones nacionales e internacionales al Consejo Nacional de Educación (CNED), para los años 2021 a 2026, para que sea aprobado por este organismo.
La planificación primero fue diseñada por el consejo de expertos de la Agencia de Calidad de la Educación, y en esta se reduce la cantidad de mediciones censales y se propone realizar dos pruebas Simce este año, para los estudiantes de 4° básico y 2° medio, en Lenguaje y Matemática.
También los expertos propusieron dejar abierto el escenario para 2022, para repetir el esquema de 2021, o aplicar el esquema normal de evaluaciones que sigue a partir de 2024, donde se suma a los estudiantes de 8° básico a los niveles ya mencionados y se agregan las asignaturas de Ciencias Sociales o Ciencias Naturales.
El CNED valoró algunos aspectos de la propuesta que finalmente les envió el Mineduc, como el foco en la evaluación del desarrollo de la escritura de los alumnos de 6° básico y que, en atención al contexto de pandemia, se plantee que “las evaluaciones 2021, en caso de aplicarse, no tendrán consecuencias” para los colegios.
Esto se refiere a que los colegios, según su desempeño en el Simce, son encasillados en cuatro categorías de desempeño. En 2020 este ordenamiento fue suspendido y con esta propuesta tampoco se aplicaría este año.
Pero el organismo también hizo observaciones al Mineduc. Una de ellas es la falta de otras alternativas, como exámenes muestrales, en caso de que nuevamente este año no se pueda aplicar el Simce por la pandemia.
“El sistema educativo seguirá tensionado por la situación sanitaria. Si bien se valora la atención al contexto particular del presente año, resulta necesario explicar mejor la necesidad y factibilidad de su carácter censal”, plantean.
También se cuestiona la falta de objetivos y metas de este diseño del plan, y que su comparación con las mediciones similares de otros países es insuficiente para justificarlo, ya que no contextualiza la situación nacional (ver recuadro).
Plan B para el Simce
Pedro Montt, presidente del CNED, explica que el ministerio debe detallar “qué haría si la prueba no se pudiera aplicar, porque para que sea censal la tienen que dar todos los estudiantes. Entonces, si no se puede juntar a todos los estudiantes, habría que armar un sistema de turnos, quizás como pasó con la Prueba de Transición, y es algo complejo”.
Además, dice que se debe justificar la participación de Chile en los distintos exámenes internacionales, como las pruebas Timss y Pisa, “mirando el conjunto de las pruebas, dando argumentos de por qué son útiles y cómo ayudarán a mejorar al sistema, porque no se pueden justificar porque se dan solamente”.
Paulina Araneda, consejera de la Agencia de Calidad de la Educación, explica que los exámenes internacionales “responden a convenios que tiene Chile, por ejemplo, con la Ocde. Tiene que ver con una agenda mayor. Pero también es cierto que este plan reduce la participación de Chile en algunas pruebas, y las que quedan son aquellas que otorgan información relevante”.
Además, explica que las pruebas censales son necesarias, porque la agencia “tiene que velar por tener suficientes evaluaciones que permitan cumplir con su otra obligación, que es el ordenamiento. Y si no hay datos, no podemos ordenar”.
Respecto de las observaciones, Isabel Baeza, jefa de la Unidad de Currículum y Evaluación del Mineduc, dice que “estamos trabajando para incorporar de la mejor forma posible los aportes del CNED y responder a sus inquietudes”.