Los océanos son uno de los ejes fundamentales de trabajo como preparación de la COP25, la cumbre de la ONU que busca frenar el cambio climático. Calificados como "sumideros" de CO2, el Presidente Sebastián Piñera se comprometió a liderar su protección y la conservación a través de la creación de áreas marinas de conservación.

Una de las más importantes se encuentra al norte de la Región de Coquimbo, la Reserva Nacional Pingüino de Humboldt. Creada en 1990, es considerada por los científicos como "un ecosistema único en el mundo".

"Esta es una zona de surgencia. Es decir, se producen condiciones especiales debido a la conjunción de las corrientes marinas frías, que vienen desde la Antártida, con las aguas calientes del Ecuador. Esto permite que se reproduzca el fitoplancton, la base de la cadena alimentaria de la fauna marina, por lo que se genera una mayor disposición de alimentos y concentración de una gran cantidad de especies", explica Liesbeth Van Der Meer, directora Nacional de Oceana.

"Y esta rica biodiversidad se encuentra amenazada por la concreción de los proyectos Minera Dominga, de propiedad de Andes Iron, controlada por la familia de Carlos Alberto Délano (Penta), y la instalación de Puerto Cruz Grande, inversión de la Compañía de Acero del Pacífico (CAP), a unos 10 kilómetros uno del otro y extremadamente cerca de la Reserva de Humboldt", agrega Van Der Meer.

Según las organizaciones que se oponen a la construcción de estos proyectos, las rutas de los buques que llegarían al lugar, y la contaminación que las actividades portuarias y mineras de la zona, "impactarán irremediablemente en el área de conservación, porque las corrientes marinas van de sur a norte", dice Ezio Costa, director Ejecutivo de la Fundación FIMA.

Ambas iniciativas se emplazarían a unos 30 kilómetros de la Reserva.

Futuro incierto

Si bien las comunidades de la zona y organizaciones medioambientales se opusieron con fuerza a la construcción del proyecto de Puerto Cruz Grande y acudieron a las instancias legales para impedir su aprobación, la iniciativa obtuvo su Resolución de Calificación Ambiental a fines de 2018. "Ya no hay nada que hacer y depende de la empresa si lo lleva a cabo", dice la directora de Oceana.

Por su parte, la aprobación del proyecto de Minera Dominga, en la comuna de La Higuera, se encuentra paralizado a la espera del fallo de la Corte Suprema, que podría decidir su futuro.

"Ese fallo debería salir en los próximos meses. Va a decir si el proyecto debe volver a ser analizado por el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA) o si se ratifica la resolución del Consejo de Ministros, que a fines del gobierno de la ex Presidenta Bachelet rechazó la instalación del proyecto", explica Flavia Liberona, directora Ejecutiva de la Fundación Terram.

"En ambos casos, creo que, si la empresa lo quiere, puede volver a impulsar el proyecto", agrega Liberona.

No obstante, Liesbeth Van Der Meer, cree que existe una posibilidad de que ninguno de los dos proyectos se concrete. "Esperamos que el fallo de la Corte Suprema sea tan contundente que la Andes Iron desista. Y en cuanto al Puerto Cruz Grande, varios de los proyectos a los que iba a dar servicios, como iniciativas mineras y la construcción del túnel Aguas Negras, están paralizados o retirados. Además, el Puerto de Coquimbo anunció su ampliación, por lo que puede ser que la CAP analice la factibilidad de su puerto", opina.

Como forma de presión, a principios de este año, una veintena de organizaciones crearon la Alianza Humboldt, para defender la Reserva ante estos dos megaproyectos.

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