"Transantiago partió como una política pública que se ha transformado en un ejemplo del costo que implica para las personas y para el Estado tomar las decisiones de una forma equivocada". Así comenzó su anuncio la ministra de Transportes, Gloria Hutt, en el que señaló que se desecharía la licitación del Transantiago por el mal diseño realizado por el gobierno anterior.
La secretaria de Estado anunció que el nuevo proceso se completaría en un año y mientras tanto se planea renovar las flotas de buses. "La Carta Gantt es que dentro de este año los beneficios para los usuarios estén en la calle", sostuvo Hutt. Se espera que se puedan renovar las máquinas que ya cumplieron su vida útil -los registros dicen que son 1.225 vehículos-, lo que se haría mediante la compra de los mismos a través de un mecanismo por definir. Así, se evalúa que esto pueda ser hecho por la empresa Metro o EFE.
Mientras no esté listo el concurso, el ministerio deberá ampliar los contratos a las empresas actuales STP y Redbus.
Rodrigo Troncoso, experto de Libertad y Desarrollo, dijo que el anuncio es positivo, porque se podrá resolver la compra o arriendo de las terminales de buses para los nuevos operadores y se podrían diseñar nuevamente las unidades de negocio para que participen más firmas, lo que genera competencia en el mercado.
El gobierno señaló hoy que primará el pago por pasajero transportado en la nueva licitación y se minimizará el kilómetro recorrido, un fuerte cambio respecto de lo que había planteado la administración pasada.