Tras 58 años de actividad, este miércoles se concretó el cese de operaciones en la Fundición Ventanas de Codelco, en la comuna de Puchuncaví, Región de Valparaíso.

La planta, no solo era apuntada como una de las responsables del aumento en las intoxicaciones por gases que experimentaban vecinos de zona desde hace años, sino que, además, su mantenimiento ya no era rentable, puesto que la inversión para adecuarse a las nuevas exigencias medioambientales resultó ser tan alta que no quedó otra alternativa que terminar con la operación.

No obstante, la planta en Ventanas seguirá fabricando cátodos de cobre de la más alta pureza, puesto que lo único que acaba es la fundición del mineral y la planta de ácido sulfúrico. A diferencia de la fundición, “la refinería no genera impactos negativos al medioambiente”, aclaró el gerente general de la División Ventanas, Ricardo Weishaupt, hace unas semanas.

Con el cierre de la fundición, 350 trabajadores se verán afectados. Es en ese contexto que la ministra de Minería, Marcela Hernando, explicó que una “cantidad importante de trabajadores van a pasar a formar parte del trabajo en la refinería, hay otros que se retiran y otros que se ubican en otras fundiciones de Codelco en otras regiones del país”.

En concreto, 59 trabajadores se reubicarán en otros centros de Codelco (Chuquicamata, El Salvador o Caletones), otros 88 serán capacitados para desempeñar otra función, pero esta vez en la refinería de la división, mientras 203 se retirarán con un plan de egreso especial.

Eso sí, la secretaria de Estado aclaró que la restitución “no será inmediata”, puesto que “hay muchos trabajadores que tienen que entregar (sus puestos) a los que van a venir y tiene que iniciarse el desmantelamiento de las antiguas dependencias. Eso puede durar bastante tiempo y, por lo tanto, se van a abrir otras fuentes de trabajo acá también”.

Respecto al tiempo estimado para el cierre definitivo y desmantelamiento de la fundición, la ministra precisó que “eso puede durar alrededor de seis años. Es lo que tenemos estimado que va a demorar el dejar esto absolutamente listo”.

Desde Codelco, aclararon a La Tercera que la empresa cuenta con un periodo de dos años, prorrogable hasta tres años más, para efectuar las diligencias en torno al cierre definitivo de la fundición.

En estricto rigor, la cuprífera fue sometida a un cierre temporal y durante un periodo de máximo cinco años, se deberían ejecutar las ingenierías y evaluación de impacto ambiental para dar inicio al desmantelamiento definitivo de la fundición.