Esta mañana la ministra de Obras Públicas, Jessica López, se refirió a los daños y consecuencias que dejó el sistema frontal que afectó a la zona centro-sur del país desde el viernes pasado. De acuerdo con el último reporte del Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred), producto del fenómeno climático dos personas fallecieron, mientras cuatro se mantienen desaparecidas, 12.122 aisladas, 1.609 permanecen albergadas y 13.196 damnificadas.
Bajo ese escenario, la ministra López, desde la Región del Maule, donde se encuentra desplegada para conocer la situación en terreno, en conversación con radio ADN, se refirió a la reconstrucción de caminos y puentes que fueron afectados por el aumento de cauce en los ríos y a la situación de las personas aisladas en zonas rurales.
“En el Maule hay alrededor de 700 puentes de distintas dimensiones y materiales, y a algunos de ellos se los llevó el río, mientras que otros están siendo inspeccionados”, señaló la ministra, asegurando que “el personal de vialidad está recorriendo (los puentes) de manera de, en algunos casos, decretar la suspensión de los tránsitos, en otros cortar el tránsito pesado de camiones”.
Respecto a la situación de personas aisladas por cortes de caminos, la ministra explicó que “son prioridad altísima”, y aseguró que “si no pueden ser evacuadas, al menos llegar a ellos con elementos básicos, que les permitan mantenerse protegidos”.
En esa línea, destacó que “lo importante es llegar a ellos, estar conectados por teléfono, saber cómo están y llegar al menos con alimentación, de manera de poder darnos tiempo hasta que los caminos puedan ser reparados”.
Asimismo, destacó que, a raíz del descenso de las lluvias, han bajado “considerablemente” los flujos de caudales, por lo que “tenemos una ventana de algunos días donde vamos a poder recuperar, con las cuadrillas que el MOP tiene en terreno, muchos caminos”, eso sí, advirtió que “hay que esperar que baje el agua para revisar muchas cosas”.
“El daño es bien grande en la región del Maule, es un terremoto de agua, las personas están todas muy urgidas, tenemos que darnos un tiempo para escuchar lo que vivieron y sobre las necesidades que tienen ahora. Necesitan sentir y ver que empezamos a reconstruir, necesitamos que baje el agua para poder dimensionar el impacto que esto va a tener para todos los pequeños agricultores”, resaltó la ministra, añadiendo que es “grande la tarea por delante”.
Respecto a las tareas en materia de construcción, señaló que es “es difícil priorizar“, pero que, de momento, la misión del ministerio está centrada en “asegurar el agua en las casas, que las personas se puedan desplazar y abastecerse de lo básico. Eso significa caminos y puentes, la gente tiene que sentir que el Estado está presente, eso significa catastrar a todas las personas afectadas, no solo para la entrega del bono de recuperación, sino que también, hay un tema de que la gente necesita contar lo que le pasó”.