Ministra Orellana valora “cambio de tono” de Cobreloa tras detención de excadetes, pero critica que no asuman que “hay un problema”
La ministra de la Mujer aseguró que el caso del club de Calama se diferencia con el delito ocurrido en España denominada La Manada. "Aquí no estamos ante un delito de violación grupal, sino que la denuncia de lo que habla es de múltiples delitos sexuales".
La ministra de la Mujer y Equidad de Género, Antonia Orellana, se refirió nuevamente a la detención de nueve excadetes de Cobreloa, que fueron denunciados por una violación grupal que habría sido perpetrada en las dependencias de la Casa Naranja, en septiembre de 2021, contra una mujer de -en ese entonces- 18 años. Los aprehendidos serán puestos a disposición del Juzgado de Garantía de Calama para su control de detención durante la presente jornada.
En conversación con 24Horas, la ministra valoró el “cambio de tono” del club, al apartar de sus filas a los jugadores acusados, sin embargo, cuestionó las actitudes que manifestaron con anterioridad desde la institución deportiva y “la primera acogida” que se le dio a la víctima desde la Policía de Investigaciones (PDI).
“Aquí yo quiero destacar un punto. El día de ayer el club deportivo Cobreloa sacó un comunicado señalando que iba a apartar a los jugadores que estaban en este proceso judicial, pero hace dos semanas el mismo club lanzó un informe por un abogado privado. Perdón, pero un abogado privado contratado por la propia institución no es el llamado para investigar delitos sexuales”, recriminó la ministra.
En ese sentido, afirmó que se ve “un cambio de tono que yo quiero valorar, porque han pasado varios años pero ya era hora que se entendiera que esto era un tema grave”.
Sobre la demora que ha tomado el caso -que fue denunciado en 2021- Orellana señaló tres elementos que, a su parecer, “pueden dar luz respecto a por qué esto se ha demorado tanto”.
“En primer lugar, un club que se ha resistido mucho a admitir que acá hay un problema, hace dos semanas decían otra cosa; (en segundo lugar) un tipo de delito muy difícil de configurar y que involucra mucho pacto de silencio; y en tercer lugar, al parecer una primera acogida que no fue la correcta”.
Además, la ministra destacó dos factores -a su juicio- relevantes para concretar las detenciones. “El primero tiene que ver con que un integrante del equipo que no participó rompió el silencio al respecto y en segundo lugar yo creo que ha sido determinante la presión pública que han puesto los parlamentarios y parlamentarias que conforman la comisión investigadora respecto a estos delitos”.
La ministra ahondó en este último factor, explicando que “el primer momento en que se recibe una denuncia suele ser determinante, tanto para las diligencias de la investigación, qué tan rápido se hacen y por lo tanto eso marca el rumbo, como también en la confianza que pueda sentir la víctima respecto a su posibilidad de conseguir justicia”.
Al momento en que la víctima de este caso habría realizado la denuncia, si bien esta fue acogida, no habría sido tratada de la forma correcta, según indicó la ministra.
“Con la primera acogida nos referimos al trato que se le da a la víctima y en ese sentido, lo que ella indica es que le habrían dicho que, ‘pucha, que no tenía ninguna posibilidad contra algo tan importante en Calama como Cobreloa’”, acusó.
En esa línea, añadió: “Eso es algo que está bajo su propio canal de investigación en la PDI, nosotros lo hemos comunicado y estamos siempre buscando mejorar ese ámbito, pero también podemos escuchar el relato de la víctima y hacer coincidir eso con los datos que tenemos, que este primer momento en que alguien le diga, ‘pucha, sí, lamento lo que le pasó, pero es bien difícil que usted consiga justicia’. Eso puede demoler las ganas de denunciar de una víctima”, indicó.
Un caso distinto al de La Manada
La ministra Orellana aseguró que ha escuchado a personas relacionar este caso con el de La Manada, delito ocurrido en España en 2016, donde un grupo de cinco hombres violaron a una joven de 18 años en la ciudad de Pamplona. En junio de 2019 los sujetos fueron condenados a 15 años de prisión.
Sin embargo, la secretaria de Estado afirmó que en el caso de Cobreloa no se está ante “un delito de violación grupal, sino que la denuncia de lo que habla es de múltiples delitos sexuales”.
“La Manada era como se autodenominaban los agresores del caso gravísimo de España. De hecho, así los descubrieron, por su grupo de WhatsApp, que se llamaba así. Aquí no estamos ante un delito de violación grupal, sino que la denuncia de lo que habla es de múltiples delitos sexuales, en los que, además, en cada uno de ellos, una de las personas, los agresores, tienen la calidad de perpetrador, pero después, en el resto, tiene la calidad de cómplice y, posiblemente, según se desarrolla la investigación, de encubridor, que son distintas formas de participar de un delito”, indicó la ministra.
En ese sentido, Orellana sostuvo que el caso de trata de “una cuestión bien compleja”.
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