La ministra de Salud, Begoña Yarza, aseguró que la denuncia que presentó por presuntas torturas contra los pacientes del Hospital Psiquiátrico del Salvador, en Valparaíso, corresponde a una “conducta ética” que marca el accionar que debería tener un ministro de Estado. Esto, justo después de que esta jornada el Consejo Nacional del Colegio Médico decidiera pasarla al Tribunal Nacional de Ética por sus dichos.

Dentro de los motivos que tuvo el gremio para tomar la determinación en contra de la autoridad de Salud, se incluye que habría dañado severamente la imagen del hospital y de los funcionarios del lugar donde presuntamente habrían ocurrido los hechos denunciados.

Es por ello, que la secretaria de Estado, aseguró en entrevista con T13 que su conducta es el “piso mínimo” que debería tener un ministro que está en antecedentes de posibles situaciones irregulares.

“Solo decir que soy ministra de Estado, soy profesional y que como ministra tengo la obligación, no solo como funcionaria pública, del deber ser, sino yo diría que la obligación ética, que si una denuncia grave que ocurre sobre los pacientes, la ministra de Salud no es capaz de entregarla al Ministerio Público para que sea investigado, yo diría que la institucionalidad se resquebraja a pedazos. Por tanto, tengo la convicción de que hacer una denuncia de un caso grave que, efectivamente, ocurrió y entregarlo al Ministerio Público para que se investigue a mí me parece que es el ‘desde’ de un Ministro de Estado”, aseguró Yarza.

La ministra agregó: “Ahora lo que sí puedo decir, es que yo denuncio hechos y será el Ministerio Público el que considere si efectivamente allí se constituyen las situaciones que ellos creen que son pertinentes, pero denunciar algo que ocurra con los pacientes eso para mí es una conducta ética que quiero seguir manteniendo”.

Adelanto de vacaciones

Además, la autoridad salió al paso a las críticas y cuestionamientos a la decisión de adelantar y extender las vacaciones de invierno para evitar la trasmisión de virus respiratorios en las comunidades escolares, aseverando que está comprobado que la medida funcionará para evitar posibles futuros colapsos de camas pediátricas.

“Lo que ha ocurrido es que la circulación de virus respiratorios -que estábamos habituados hasta 2019- no solo es más que la del 2019, sino que se adelantó. Y lo que la literatura señala de la transmisibilidad de los casos, es que una medida para poder disminuir la transmisión de los virus, es que uno retira a los niños de esta comunidad”, aseguró Yarza.

La ministra aseguró que en la cartera están trabajando en la conversión de camas y que “estamos estimando que en la semana 26 a la 28 vamos a tener el peak, o sea, se adelantó dos semanas. Desde el inicio de este comportamiento del Virus Respiratorio Sincicial (VRS) vamos con dos semanas de adelanto. El despliegue y la velocidad que tenemos de reconvertir, también tiene un límite y se lo quiero decir a las personas, porque la decisión que tomamos es importante y extraordinaria, porque nosotros queremos que los niños vayan al colegio, eso es sin lugar a dudas”.

Asimismo, aseguró que, a pesar de la recomendación del Comité de Respuesta Pandémica, de no aplicar la medida de adelantar las vacaciones, es el Ejecutivo quien finalmente toma las decisiones. “Nosotros el 95% de las recomendaciones que ha hecho el consejo de expertos, la hemos tomado. Cuando uno dice que la institucionalidad es distinta y robusta, la institucionalidad está en el Consejo de Expertos y están las mesas (...) pero dentro del Comité de Respuesta Pandémica también está el Ejecutivo. No podríamos delegar en una comisión externa la toma de decisión final. Ellos nos recomiendan y nosotros, como presidimos, tomamos la decisión”, manifestó la ministra Yarza, quien aseguró que “puedo garantizar que no van a faltar camas, pero me gustaría que entendieran que tenemos que tratar de cortar la trasmisión en este espacio de tiempo que es el período de mayor alza”.

En la misma línea respecto a los escolares y las metas de vacunación por Covid-19, afirmó que el grupo de tres a cinco años es el que más genera preocupación en la cartera. Al respecto, indicó que en ese rando etario “estamos en casi un 60% y qué ocurre allí, que las mamás, los papás, en fin, en que de alguna forma el riesgo del Covid-19 no ha sido evaluado lo suficientemente, porque efectivamente, en niños pequeños el Covid-19 da más leve, pero la posibilidad de tener un PIMS o un síndrome más complejo, no ha sido (considerado) por las mamás”

Respecto a las meta de vacunación de los otros grupos etarios, precisó que “siempre cuesta más al final de cualquier campaña de vacunación. Nosotros tomamos la campaña cuando ya venía bajando en marzo y ahí tomamos y empezamos a subirla y, comparando con otros países -mirando este largo periodo de pandemia y varias dosis- el comportamiento nuestro de crecimiento no puede ser comparado con las primeras dosis que pusimos, sino que hay que compararlo con el mundo en la medida que estamos en la tercera y cuarta dosis”.

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