El ministro de Justicia, Luis Cordero, esta mañana afirmó que “el gobierno y Gendarmería no van a negociar con delincuentes y se les va a aplicar todo el peso de la ley”. Esto, tras el intento de motín que realizó un grupo de 22 reclusos, algunos miembros del Tren de Aragua y otras organizaciones criminales, en el interior del Recinto Especial Penitenciario de Alta Seguridad (Repas), antes conocido como la Cárcel de Alta Seguridad de Santiago.
Cordero enfatizó que esto se trata de un hecho grave, sin embargo, aclaró que la calificación de motín fue asignada por el juez en visita, Fernando Guzmán, que recorrió el recinto para conocer el estado de los integrantes del Tren de Aragua de Arica –que cumplen su condena en el penal de Santiago– porque su defensa alegó vulneraciones por parte de los funcionarios de seguridad. En esa línea, precisó que a diferencia del informe que realizó el magistrado, desde Gendarmería lo calificaron como “desórdenes intensos”.
Sobre el intento de motín , detalló que “es un grupo originalmente de 17 reos y que luego participaron 22, todos extranjeros que fueron parte de los desórdenes porque están reclamando la situación del régimen de alta seguridad, que tienen visitas acotadas, patio acotado, sus comunicaciones son a través de interlocutor”.
El ministro dijo que actualmente la situación está controlada, que los desórdenes han seguido con menor intensidad y que tras el incidente desde Gendarmería han intensificado las reglas en el recinto, como limitar los movimientos al mantener a los reclusos esposados de pies y manos. Sobre estas nuevas acciones, destacó que cuentan con total apoyo del Ejecutivo.
El titular de la cartera expresó que la institución “no había vivido una situación similar antes, nunca. Las manifestaciones de protesta de las personas privadas de libertad en Chile, históricamente, han sido o rehusarse a salir de la celda o huelgas de hambre. No destrucción”.