Ministro Matus regresa a la Corte Suprema en medio del inicio de acusación constitucional en su contra y tras extensa licencia médica

Un total de 39 días fueron los que el ministro de la Corte Suprema, Jean Pierre Matus, estuvo fuera del máximo tribunal, pero no de la noticia. El magistrado, quien se encontraba con licencia médica, llegó la mañana de este martes para retornar a sus funciones, a sólo un día de que parlamentarios de oposición y oficialismo presentaran una acusación constitucional en su contra por su vinculación con el abogado en prisión preventiva, Luis Hermosilla.

Matus, quien llegó a primera hora de este martes, se integró a la Cuarta Sala de la Suprema la cual en esta jornada tenía en tabla 15 causas por revisar. El ministro, permaneció casi 40 días alejado de sus funciones tras sufrir de una fractura de peroné, la cual fue causada al caer de una escalera mientras podaba un árbol en su patio en agosto pasado. Lesión que lo obligó a guardar reposo por más un mes, con la pierna en alto e inmóvil.

Tiempo en el que se dieron a conocer una serie de mensajes entre el magistrado y el abogado, actualmente preso en la Cárcel Anexo Capitán Yáber, en la cual hablaban sobre gestiones para que el ahora ministro de la Suprema fuera elegido en ese cargo. “Hola. Entre tanta felicitación se me había olvidado darte las gracias por todo. Pero nunca es tarde ¡Muchas gracias y un abrazo!”, le escribió Matus a Hermosilla tras ser ratificado por el Senado el 2018.

Mensajes que fueron negados inicialmente por el ministro Matus, lo que devino en el anuncio de la acusación constitucional de la oposición y el oficialismo, la cual fue notificada al magistrado la tarde de este miércoles, a sólo horas de haber vuelto a sus funciones en el máximo tribunal de dónde podría ser removido de avanzar la acusación.

La acusación en contra del ministro Matus tiene tres capítulos. Uno de estos apunta a una “falta a la verdad” de parte del magistrado luego de que afirmara en una entrevista que tenía mensajes con el abogado imputado en el caso Audio, conversación que finalmente fue revelada.

El líbelo con el que el ministro podría ser removido afirma que todos estos son “hechos graves que demuestran un incumplimiento significativo y reiterado de los deberes y obligaciones propias de un ministro de la Corte Suprema de Justicia”.

Si bien a su ingreso, y camino a la Cuarta Sala, el ministro Matus no tuvo palabras para la prensa que consultaba sobre la acusación en su contra, sí lo hizo al término de la audiencia. Rodeado de los gendarmes que custodiaron su paso desde la sala especializada derecho laboral y familia hasta su despacho, sólo tuvo acotados dichos.

“Los diputados tienen el derecho a presentar las acusaciones constitucionales según la que establece la Constitución”, afirmó Matus. Seguido de eso, agregó que “la respuesta a la acusación constitucional se va a hacer en la Cámara como corresponde”.

Sobre la aseveración planteada en la acusación, en la que se le acusa de haber mentido, Matus sólo se remitió a que será respondido “en el momento que corresponda”.

Con la acusación constitucional, para solicitar su remoción, ya ingresada y notificada, la defensa del ministro Matus también ya entró en tierra derecha. El magistrado fichó al abogado Luciano Foullioux, militante de la Democracia Cristiana (DC) y otrora miembro de la Comisión Valech, quien se encargará de armar la respuesta a la acción de los parlamentarios en los 20 días que tienen para responder.

Pese a eso, el abogado ya ha dado las primeras luces de la argumentación del supremo. En una entrevista con Radio Cooperativa, afirmó que “el ministro Matus no ha mentido al país, ni a la Corte Suprema”, agregando que respecto a los chats que el ministro Matus tenía con Hermosilla “cuando le preguntaron, él buscó y no tenía”.

En CNN Chile, el abogado explicó que “los celulares no registraban chats, ya que fueron eliminados por el sistema”. Seguido de eso, reiteró categóricamente “él no ha mentido y esto lo vamos a dejar resuelto en la sala”.

Sobre si el ministro Matus podría renunciar a su cargo, Foullioux concluyó: “No ve razón alguna para ello, ya que nosotros consideramos que se trata de un error de fondo”.