La Subsecretaría de Redes Asistenciales publicó este martes la resolución exenta Nº 62, que establece que al 1 de febrero los prestadores privados deberán aumentar “la disponibilidad de camas con ventilación mecánica invasiva, a lo menos, hasta un 75% de la disponibilidad alcanzada producto de la resolución exenta Nº 356, de 2020, del Ministerio de Salud”.
En otras palabras, la exigencia impuesta por el Minsal implica que las clínicas aumenten sus cupos UCI para llegar al 75% de la capacidad instalada para el peak de la primera ola del año pasado. En cifras, esto significa aumentar 110 camas críticas en 67 clínicas a lo largo de todo Chile. De esta forma, la idea es que en seis días los prestadores privados superen los 889 espacios UCI (ver tabla).
La resolución es parte del Plan Nacional de Manejo del Paciente Crítico Covid-19, que fue elaborado por Redes Asistenciales. La exigencia para las clínicas se viene conversando con los prestadores hace dos semanas en base a las proyecciones nacionales y regionales realizadas por el equipo que dirige el subsecretario Alberto Dougnac: “Esto forma parte de la estrategia que yo diseñé para el manejo de la segunda ola. Chile, para estos efectos, es uno solo y la red de salud es nacional e integrada público y privada. Por eso es que como parte de la estrategia estamos ejecutando el traslado de pacientes en distintas regiones”.
El coordinador nacional de camas críticas, Luis Castillo, asegura que para vigilar el cumplimiento de esta resolución la Superintendencia de Salud “realizará un plan de fiscalización en la Región Metropolitana y a lo largo del país, para que este decreto sea una realidad”.
En esa misma línea, Castillo comenta que de ser necesario, más adelante se podría volver a echar mano a la complejización de camas para llegar al mismo nivel del peak de la primera ola. Dougnac añade que “todavía tenemos capacidad para seguir creciendo más”, pero advierte que “esperamos que no sea necesario, porque la apertura de camas es limitada”.
Esta resolución fue bien recibida por la Asociación de Clínicas de Chile. “La solicitud de la autoridad permitirá que el sector privado llegue a un 75% de la capacidad máxima que se registró durante junio y julio. Esta cifra ha sido consensuada con los prestadores privados a través de una mesa de trabajo que, de forma permanente, está analizando semana a semana la capacidad de la red integrada. Al mismo tiempo, las camas críticas requeridas en esta etapa conllevan un esfuerzo adicional para nuestros asociados, debido a las limitaciones de personal que el sector experimenta a raíz de la pandemia”, afirma el presidente del organismo, Alfredo Schön-herr.
A nivel nacional, el 17% de los funcionarios de la salud está con licencia médica. Respecto de todos ellos, el 3% tiene licencias relacionadas al Covid-19
“Yo lo veo bien complejo, bien difícil, pero no imposible, sobre todo por redestinación de funciones de personal que, estando en áreas donde han tenido poca demanda, pueden ser redestinados y que tienen conocimiento y capacitación. La complejización de camas significa darles un poco más de actividad a algunas áreas que son menos especializadas, pero que pueden colaborar, fundamentalmente, en la categorización y en el cuidado de enfermos Covid-19”, agrega Castillo.