Esta mañana un nuevo caso de "fallida donación" surgió en la ciudad de Temuco, esto luego de que los familiares de Carlos Parra Lizama, de 27 años indicaran al diario El Austral que nadie del Hospital Dr. Hernán Henríquez Aravena de Temuco se habría acercado para preguntarles si deseaban donar los órganos del joven tras su fallecimiento producto de un atropello, pese a que estaba inscrito como donante.

Este caso surge luego de que saliera a la luz el fallido traslado de los órganos donados por Joaquín Bustos desde Temuco a Santiago, lo que causó la indignación en la población y que provocó que se considere la creación de una ley de derecho de receptores de órganos, además de la creación de un centro de procuramiento de órganos en Temuco, ya que hasta ahora todos estos procedimientos estaban remitidos a Santiago.

Al respecto desde el Ministerio de Salud expresaron que lamentaban la muerte del joven y que le daban el pésame a su familia, pero que sin embargo, el joven fue evaluado y se estableció que "no cumplía con los criterios para certificación de muerte encefálica".  Según expresaron desde el ministerio, efectivamente Carlos Parra fue atendido en el Hospital Dr. Hernán Henríquez Aravena de Temuco con un diagnóstico de politraumatismo grave.

"La condición de gravedad y de daño no permitió avanzar a adquirir la condición de donante. Valoramos la disposición de su familia de cumplir con la intención del joven de ser donante de órganos", expresaron.

Según explica el Minsal, la muerte encefálica, también conocida como muerte cerebral, es la muerte de una persona ocurrida a causa de un daño neurológico severo que genera el cese total e irreversible de la actividad de todo el cerebro. La ley chilena de donación y trasplante exige que esta certificación sea realizada por dos médicos, uno de ellos con especialidad en neurología o neurocirugía.