Minsal presenta inédita guía para prevenir suicidios en jóvenes estudiantes

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La salud mental de los jóvenes en Chile ha sido objeto de preocupación y estudios en los últimos años.

Autoridades esperan que sirva como herramienta y estimule a universidades e institutos a crear protocolos de prevención.


La alta carga académica, junto a otros factores que incluyen los problemas económicos, que dificultan el estudio, forman parte de un cuadro que, según expertos, incide en que la etapa universitaria sea una de las más vulnerables desde el punto de vista de la salud mental.

Según cifras entregadas ayer por la subsecretaria de Salud Pública, Paula Daza, el 50% de los alumnos de la educación superior tiene algún problema de salud mental y 5% ha tenido la idea de quitarse la vida. De hecho, el suicidio es la segunda causa de muerte de los jóvenes entre 18 y 29 años.

No obstante, no todas las universidades cuentan con un programa de prevención y existe mucho desconocimiento por parte de los jóvenes sobre la temática, en aspectos como cuándo y a quién recurrir cuando se necesita ayuda. La falta de herramientas para afrontar este problema también alcanza a quienes forman el entorno de los jóvenes, pues muchas veces no saben cómo hacer las preguntas correctas.

Es por ello, y en el marco del Día Mundial para la Prevención de Suicidio que se conmemora hoy, que el Ministerio de Salud presentó ayer la primera Guía Práctica en Salud Mental y Prevención del Suicidio para Estudiantes de Educación Superior. Su objetivo es orientar a los jóvenes afectados por algún síntoma que perturbe su salud mental y que piensen atentar contra su vida.

"Hoy sabemos que los estudiantes consultan a un profesional de salud mental cuando esto tiene un impacto en la carga académica, y no cuando se sienten aislados o tristes. Tenemos que hacer que estos jóvenes acudan a los servicios de salud mental oportunamente", señala Daza.

Claves contra la crisis

El documento contiene 11 claves a las que los jóvenes deben prestar atención en el momento de decidir pedir ayuda. Ellas incluyen percibir si uno se siente irritable o se muestra retraído, o si se consume alcohol y drogas de manera excesiva. En sus páginas figuran, asimismo, las señales de alerta sobre una posible intención suicida, como signos de mayor agresividad, búsquedas en internet de métodos para terminar con la propia vida o alejamiento de los familiares y amigos.

El texto también informa sobre dónde encontrar apoyo, tanto en la red pública de salud mental como a través de canales de ayuda provistos por programas estatales y organizaciones. En otro punto, la guía entrega consejos para asistir a una primera consulta de salud mental, y de qué manera hacer frente a una crisis.

Según la última Encuesta Nacional de Salud 2016-2017, en Chile hubo 1.878 suicidios en un año, lo que equivale a cinco muertes diarias. El 20,6%, es decir, 388 fallecimientos, correspondió a jóvenes de entre 20 y 29 años.

En relación con la conducta suicida entre los jóvenes de 18 a 24 años, un 2,2% del total de las personas de este grupo etario en el país reconoció haber pensado seriamente en suicidarse.

La subsecretaria Daza apunta que el suicidio sigue constituyendo un grave problema de salud pública. El año de la medición, 120 mil personas intentaron suicidarse y 2,2% de la población tuvo ideación suicida. "Esto significa que más de 323 mil personas en nuestro país han pensado alguna vez en suicidarse", declara. De ese total, 34% corresponde a jóvenes de entre 20 y 29 años.

Una de las cifras que más preocupan, indica Daza, es es que 1,5% de las personas en nuestro país han realizado un plan para suicidarse. "Los números son muy alarmantes", insiste, al tiempo que recuerda que Chile continúa superando el promedio de mortalidad por esta causa en América.

Matías Irarrázaval, jefe del Departamento de Salud Mental del Minsal, explica que la guía -que se encuentra disponible en la página del Minsal- entrega recomendaciones concretas a los centros de educación superior para que puedan desarrollar un protocolo de prevención de suicidio. "Son recomendaciones técnicamente válidas", destaca. También indicó que si bien algunos planteles cuentan con protocolos de prevención, así como centros de ayuda estudiantil "que funcionan bastante bien, otros, en cambio, no lo tienen".

Si bien no es obligatoria la implementación de esta herramienta, la idea del Minsal es estimular a los centros de estudios a que la apliquen.

Irarrázaval informó que la cartera está impulsando la aplicación de una encuesta universal para conocer los problemas de salud mental en todos los establecimientos de educación superior.

Ana Barrera, psicóloga e investigadora de la U. Católica de Temuco, considera que la difusión de esta guía es un elemento fundamental para que las universidades sepan qué estrategias utilizar con el fin de guiar a los estudiantes e intervenir en estos casos. "Es muy completa y sirve para abordar ciertos mitos o prejuicios en torno a la salud mental", resalta.

Nuevo decreto

Dentro del mismo tema, desde el Ministerio de Salud informaron que se está trabajando en un decreto, que esperan presentar las próximas semanas a Contraloría, para que el suicidio sea declarado una enfermedad de notificación obligatoria. De esta manera, todos los centros médicos, tanto públicos como privados, deben informar estos casos, que incluyen los intentos e incluso los probables intentos.

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